La moderación de los precios de la electricidad y de los alimentos no ha sido suficiente para que la inflación se sitúe por debajo del 6%. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) la tasa anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) cerró el primer mes del año en el 6,1%. Esto supone una corrección de una décima con respecto a la cifra adelantada a finales de enero. Es el segundo mes en que el IPC está por encima del 6%, después de terminar 2021 en una tasa anual del 6,5%.
Las subidas de precios de la vivienda se ha moderado en cinco puntos con respecto al mes anterior, "causada por la bajada de los precios de la electricidad". En la misma línea, los alimentos y bebidas no alcohólicos han encarecido sus precios un 4,8%, también dos décimas por debajo de lo que lo hicieron en diciembre. El INE también apunta a los paquetes turísticos, cuya variación fue del 1,2%, cinco décimas menos que un año antes. En el lado contrario, el vestido y calzado y el transporte empujaron al alza la tasa anual del IPC de enero.
El INE no ha modificado la tasa de variación anual de la inflación subyacente, que no incluye ni alimentos no elaborados ni productos energéticos. Esta se situó en el 2,4% en enero, la tasa más alta desde octubre de 2012 tras aumentar tres décimas con respecto al dato de diciembre. Si bien el dato de inflación general se ha justificado por la crisis energética, el incremento de la inflación subyacente preocupa a los economistas porque significa que la escalada de precios se está trasladando a otros bienes y alerta sobre efectos de segunda ronda.
Los precios llevan creciendo desde febrero del pasado año de forma ininterrumpida, un hecho que se repite en todo el mundo y que está llevando a algunos bancos centrales a subir los tipos de interés antes de lo previsto tras la pandemia. La inflación se ha convertido en un riesgo a la baja para la economía española y las principales instituciones económicas han advertido sobre el riesgo que supondría trasladar este encarecimiento a los salarios, lo que consideran que podría ser el inicio de un círculo inflacionista.
La tasa mensual del IPC fue negativa en enero por primera vez desde julio y se situó en el -0,4%. Estadística explica que el periodo de rebajas contribuyó a que los precios de vestido y calzado cayeran un 13%. Además, la rebaja de los paquetes turísticos y de la electricidad llevaron al IPC mensual a esa cifra. En el lado contrario, el gas, el gasóleo para calefacción y algunos alimentos como el pan y el pescado subieron de precio con respecto al mes anterior.
Los datos definitivos publicados este martes son los primeros calculados con la base 2021. Se trata de una actualización que se produce cada cinco años y que el INE ya aplicó en los datos adelantados de enero. Según el organismo, estos cambios "mejoran la precisión del indicador, así como cambios en la composición de la cesta de la compra y una nueva estructura de ponderaciones, que aumentan su representatividad".
No obstante, el INE sigue trabajando con las compañías eléctricas para aplicar los datos del mercado libre al cálculo del IPC. En un comunicado reciente, Estadística considera que la información que le han proporcionado las compañías hasta el momento no tiene "el suficiente detalle" para incorporarlos "con las garantías de calidad necesarias". Por ello, continúa trabajando "con el objetivo de alcanzar un sistema que permita obtener la información que se adapte a los requerimientos del IPC".
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