En mayo

La inflación sube al 2,6% en la Eurozona y condiciona las rebajas de tipos del BCE a partir de junio

La inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos frescos, escala al 2,9% en el conjunto de la región, mientras que los servicios registran la tasa anual más alta en mayo, del 4,1%, tras subir cuatro décimas
Los consumidores de la eurozona esperan una tasa de inflación del 3,5% en un año
La inflación de mayo y el panorama que le espera al BCE
Europa Press
Los consumidores de la eurozona esperan una tasa de inflación del 3,5% en un año

La batalla contra la inflación no ha terminado en la Eurozona. En mayo los precios subieron un 2,6% en tasa anual en el conjunto de la región, dos décimas más de lo que lo habían hecho en abril, impulsados por la energía y los servicios. Este repunte, que aleja la tasa de IPC del objetivo del 2% a medio plazo que se ha marcado el Banco Central Europeo (BCE), mete presión al organismo a la hora de seguir bajando los tipos de interés después de junio. 

Está previsto que en la reunión del próximo día 6 el consejo de gobierno de la entidad anuncie el primer recorte de las tasas oficiales, que se mantienen en el 4,5% (en máximos de veintitrés años) desde el pasado mes de septiembre. A partir de ahí, el ritmo de bajadas es una incógnita en un escenario cada vez más complejo. 

El alza de la inflación se produce en un momento de dinamismo del mercado de trabajo, que sigue mostrando una resiliencia inesperada en el área del euro pese al encarecimiento del crédito, la incertidumbre geopolítica y el débil crecimiento de la región. 

La oficina de estadísticas comunitaria confirmó el jueves que la tasa de desempleo marcó un nuevo mínimo histórico en la Eurozona en abril al reducirse una décima hasta el 6,4% y que el número de parados bajó por primera vez de los 11 millones en la región. Este dato coincide con un momento de avance de los salarios en países como Alemania que mantiene vigilante al BCE. 

La mayor presión, en la energía y los servicios

Los datos que ha avanzado este viernes Eurostat, y que tendrán que confirmarse en las próximas semanas, constatan que la mayor presión al alza se da en los precios de la energía y en los de los servicios. Estos últimos registran una tasa del 4,1%, cuatro décimas por encima de la de abril, ante el arranque de la temporada alta para el turismo. 

Mientras, los alimentos, el alcohol y el tabaco moderan dos décimas su subida, al 2,6%, los bienes industriales no energéticos se encarecen una décima menos (0,8%) y los precios de la energía se incrementan un 0,3%, frente a la caída de seis décimas del mes previo, en pleno repliegue de las medidas anticrisis que los estados aplicaron en este ámbito -puesto que toca ajustarse el cinturón al recuperarse las reglas fiscales-. 

También se acelera la inflación subyacente, clave para el análisis que hace el Banco Central Europeo porque tiene a reflejar tensiones más estructurales de los precios. La subyacente sin energía se eleva cuatro décimas en relación al mes previo hasta el 2,8% y sin contar ni los precios energéticos ni los de los alimentos frescos escala al 2,9%, también cuatro décimas por encima del anterior dato.

Recorte de tipos en junio y pausa

Las condiciones son propicias para un recorte de los tipos en junio, si bien es muy probable que este "venga acompañado de un mensaje de 'ir despacio en nuevos recortes', hasta que veamos una tendencia de precios más definitiva hacia el objetivo de inflación del 2%", apunta Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro.

En cualquier caso, son datos que muestran la enorme dificultad de alcanzar el objetivo de inflación del 2% de forma sostenible y que limitan el margen de maniobra del BCE más allá de junio. Tanto es así que, según los analistas de Renta4, justificaría que una vez se materialice la primera bajada de tipos la próxima semana (casi con toda probabilidad de 0,25 puntos), haya que esperar a septiembre u octubre para un segundo recorte, entre otras cosas por el riesgo al alza en los precios de la energía y el mayor empuje de la economía.

Los datos (sobre todo una inflación persistente por debajo del objetivo) acabarán empujando, por la sensación de urgencia, al organismo capitaneado por Christine Lagarde a acelerar el ciclo de recortes más de lo que esperan actualmente, sostiene Rubén Segura-Cayuela, el economista jefe de Bank of America (BofA) para Europa. De ahí su previsión de que el BCE haya situado los tipos de interés en el 2% a mediados de 2025.

Redactora de Macro

Periodista económica desde 2006, me incorporé a 'La Información' en 2017 como redactora de Macro, una labor que desarrollé antes en elEconomista (2013-2017). Durante más de una década disfruté de mi pasión por la radio como redactora de Informativos (Punto Radio y Cope). Fui colaboradora en Informativos Telecinco y actualmente participo en 'La Brújula de la Economía' de Onda Cero.

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