Existen momentos en los que muchas personas se sienten tentadas a hacer cualquier cosa por obtener una cierta cuantía de dinero de forma rápida y con el menor número de complicaciones y ajetreos posibles. En estos casos, es fácil caer en situaciones desfavorables que resultan del hecho de no haber prestado atención a las condiciones bajo las cuales se entra en un contrato u otros tipos de tratos formales. Así, vale destacar que si las personas que están contemplando la obtención de un crédito rápido, como se le conoce, entendieran el negocio en el que se están metiendo, recularían y buscarían otras maneras de conseguir dinero.
Estos créditos rápidos se caracterizan por ser concedidos de forma casi inmediata, con unos requerimientos mínimos en cuanto a la documentación que exigen al solicitante y sin comprobaciones exhaustivas sobre las garantías que certificarían que la persona interesada cuenta con los recursos necesarios para hacer frente a la deuda que en la que estaría incurriendo al acceder a la financiación que le ofrecen.
Lo barato sale caro
Cabe destacar que todas estas facilidades, inauditas para quienes gestionan créditos en formatos más convencionales, terminan acarreando unos requerimientos sumamente inconvenientes para una persona que se encontraría en la necesidad de usar estos fondos urgentemente: los créditos rápidos deben devolverse en un plazo de tiempo extremadamente corto, tienen un tipo de interés exorbitante, igual que las comisiones que dan lugar a una Tasa Anual Equivalente que también se caracteriza por ser altísima.
La concesión de estos créditos no es exclusiva para las entidades financieras, razón por la que existe el riesgo de que las personas interesadas se encuentren con agentes con intención de explotarlas de forma abusiva. Por eso es conveniente que las personas aparten un tiempo para revisar y reflexionar acerca de las condiciones en las que le ofrecen un crédito rápido, por mucho que las presionen con tácticas manipulativas de negociación para que lo tomen de manera rápida y sin pensarlo.
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