Elecciones andaluzas

De la Marinaleda 'roja' hasta el mar de olivos del PP y los invernaderos de Vox

El presidente de la Junta, Juanma Moreno planta un olivo.
De la Marinaleda 'roja' hasta el mar de olivos del PP y los invernaderos de Vox.
Joaquin Corchero
El presidente de la Junta, Juanma Moreno planta un olivo.

En la Marinaleda jornalera que gobierna con puño de hierro comunista Sánchez Gordillo desde 1979 la izquierda ya no logra resultados electorales ‘a la búlgara’ con el 98% de los votos. En las últimas elecciones, las formaciones de izquierda (PSOE, AA, Podemos, Más País...) se quedaron en el 83% y las de derechas (PP, Vox y C’s) en el 27%. Todo un síntoma. Incluso, hubo ciudadanos de esta localidad sevillana de 2.600 habitantes que votaron a Vox, en concreto 125, hasta convertir a la fuerza de derecha radical en la más votada de la derecha. Porque en el ‘soviet’ de Marinaleda las fuerzas de derechas comienzan a asomar la cabeza.

En la capital de las monterías, Andújar (Jaén), los partidos de derechas se hicieron con el 55% de los sufragios frente al 45% de las formaciones de izquierdas en 2019. Una década antes la correlación era 60%-40% a favor de los partidos de izquierda. Y en otra de las capitales agrarias de Andalucía, El Ejido (Almería), la localidad de los invernaderos, del mar de plástico y de miles de trabajadores inmigrantes que trabajan bajo los plásticos en la ‘huerta de Europa’, PP y Vox aglutinan el 72% del voto y es la formación de Abascal la primera fuerza. ¿Se ha vuelto de derechas el campo andaluz, tradicional granero de votos de la izquierda?

Tomy Rohde, 25 años, trabaja de agricultor en un pequeño pueblo cordobés, La Carlota, y además es ‘influencer’, con miles de seguidores en las redes sociales. "Antes, venían y nos decían: como no gane el PSOE no vais a cobrar, o sea que ya sabéis. Por eso aquí en el campo la gran mayoría votaba al PSOE, pero ahora la mayoría va a votar a Vox o al PP. Hace unos años todo el mundo tenía miedo a que nos quitaran el PER si no gobernaba el PSOE, pero era mentira. No ha pasado nada". Así explica, además de dar otras razones, este joven tuitero y trabajador agrario el vuelco electoral del campo andaluz en los últimos años.

El barómetro del CIS de antes de las elecciones autonómicas de este próximo 19 de junio lo dejaba muy claro: el mundo rural andaluz ya no vota a la izquierda y es más, ya no confía en ella. Más del 63% de los electores del campo en Andalucía optan por votar a opciones de la derecha, el 45,5% al PP y un 17,7% a Vox, según los datos de voto y la simpatía hacia los partidos. Por su parte, el PSOE apenas cuenta con el respaldo del 13% de las personas encuestadas en el campo andaluz.

Algo que no es poca cosa porque el campo andaluz representa el 11% del PIB regional, con 245.000 explotaciones, el 25% del total nacional, y con casi 300.000 empleos, es la mayor ‘industria’ de Andalucía y la principal fuente de empleo en casi 400 de los 779 municipios al sur de Despeñaperros. El ecosistema social del campo andaluz está, sin embargo, muy envejecido, ya que nueve de cada diez agricultores son mayores de 40 años y el 35% tiene más de 65 años y una pensión media de poco más de 600 euros.

En el mundo rural andaluz se tiene además la percepción de que “la izquierda obrera y urbanita” ha atacado algunas de sus señas de identidad como es la caza y los toros, dos actividades vitales para la economía del campo andaluz. Y ahí la derecha, sobre todo Vox, encontró su caldo de cultivo y su granero de votos haciendo bandera de la defensa de lo rural. Y el PP también. Tras tres años gobernando la Junta de Andalucía, el mundo agroganadero percibe que la derecha “nos representa y lucha por nuestros intereses”, explica Jesús, un agricultor propietario de olivos en Villacarrillo (Jaén) y, por el contrario, consideran que todos sus males, subida de precios de materias primas, piensos, fertilizantes, luz, gasoil, “mal reparto de la PAC” e incluso la sequía endémica, “es culpa de Bruselas, pero, sobre todo, de la izquierda que nos gobierna en Madrid, que está dejando que el campo se muera”.

Villacarrillo (10.500 habitantes), el epicentro del olivar en Jaén, en Andalucía y prácticamente en todo el mundo, con sus más de 14.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, es claro ejemplo del giro del voto rural andaluz desde la izquierda hasta la derecha. En las últimas elecciones, las generales de noviembre de 2019, entre PSOE y Podemos, lograron el 44% de los votos frente al 56% de las fuerzas de la derecha. Pero es que una década antes, en las autonómicas de 2018, la correlación de fuerzas era todo lo contrario, de 60%-40% a favor del PSOE y la IU de entonces. “Aquí ya no da miedo la derecha”, dice Jesús. “El alcalde es del PP y nos gobierna perfectamente y solo la derecha nos defiende. El PSOE y no digamos Podemos, Adelante Andalucía, etc, etc, nos han abandonado”. Y este olivarero nos da otra clave sobre el cambio del voto en Andalucía. “Mi padre y su generación eran obreros, jornaleros, sufrieron la dictadura y votaban a la derecha por ‘obligación’ y convicción de su lucha, era un voto ideológico, identitario y quizás cautivo por el PER que inventó Felipe González, pero nosotros ya no tenemos ese lastre. Yo nací en 1980, cuando se aprobó el estatuto de autonomía, he vivido siempre en democracia y lo que quiero es gestión. Y mira que yo he sido votante del PSOE, pero ahora veo que solo nos defiende el Partido Popular y hasta Vox. La izquierda nos ha abandonado. A la izquierda no le interesa el campo”.

Vox tiró la valla roja del campo andaluz y sus quejas endémicas y el PP se aprovechó de ello. Hace diez años, las caravanas electorales de los populares, con Javier Arenas al frente, apenas paraban en el interior rural de Andalucía, feudo electoral de la izquierda. En la campaña del 2018 se hizo viral la imagen del entonces candidato del PP, Juan Manuel Moreno, con una vaca en una explotación del municipio cordobés de Añora: “¿Tú vas a votar al PP, o no? Di que sí, hombre”, le decía Moreno a la vaca lechera. Dos meses después de aquella ‘conversación’ con la vaca fue investido presidente de la Junta de Andalucía, acabando con 37 años de gobiernos socialistas. Este pasado 8 de junio, Moreno paraba en la misma explotación y se volvía a hacer la foto con la vaca.  “Mi amiga ha vuelto. Esta es una vaca talismán para mí. A ver si nos trae la misma suerte que hace cuatro años y me la llevo a San Telmo” (sede de la Junta de Andalucía), dijo entre risas en presidente andaluz. Todas las encuestas dicen que Juan Manuel Moreno volverá a ser presidente de Andalucía. Y en buena parte será debido a la vaca. Al campo andaluz, que un día viró el sentido de su voto, del rojo al azul y el verde.

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