En 2022 los precios seguirán por encima de 200€

El marzo 'negro' de Ribera: el precio de luz se dispara y diluye su plan de choque

Teresa Ribera
'El mes de la guerra': el precio de la luz se duplica en ocho meses y bate récords.
David Zorrakino / CONTACTO vía Europa Press
Teresa Ribera

Juan ya está jubilado. Vive en Madrid, pero tiene una casa en Arévalo (Ávila), que visita unas cuantas veces al año. Allí su gasto de electricidad es mínimo. O al menos lo era antes de que los precios se dispararan. El par de frigoríficos que tiene, y algún aparato más que dependa de la electricidad, le costaban mensualmente en su factura 43,60 euros. Un coste que ha cambiado de forma radical durante el mes de marzo, en el que no ha pisado este domicilio. Hace escasas semanas recibió en el buzón un precio desorbitado que hasta entonces jamás había pagado: 66,41 euros.

Su caso es muy parecido al de Begoña. Ella vive en Barcelona. Tampoco tiene contrato a precio fijo. Tiene una sola casa, que es grande, aunque reconoce que en los últimos meses había ahorrado en su consumo de luz. El pasado febrero recibió una factura eléctrica de 218 euros, que ya le produjo algún sobresalto. Sin embargo, en el mes de marzo su factura se ha disparado a los 270 euros. Le acaba de llegar a su cuenta bancaria esta semana.

Son solo dos ejemplos de la endeble situación que está viviendo la sociedad española durante estos últimos meses por la crisis energética. Así, el precio medio de la factura de la luz en el mercado regulado ha pasado de los 70 euros en marzo de 2021 a los 176 euros un año después. Lo que supone un aumento porcentual del 150%. Es la mayor subida interanual del precio de la electricidad en lo que va de siglo. Una situación que ha llevado a los presupuestos domésticos más precarios y a las pymes al límite. Es una realidad que inunda a miles de familias de escepticismo, creando un escenario de incertidumbre ante los ya siete meses anómalos que se llevan viviendo y que diluyen, de momento, las medidas de contención que ha aprobado el Gobierno.

A principios de verano del pasado año, la oposición comenzó a presionar al Ejecutivo para que actuara y tomara medidas que aminoraran un precio de la luz que comenzaba a dispararse. Esta actuación no pasaba por otra medida que no fuera bajar los impuestos de la factura. Y, tras unas semanas, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo anunció: "El IVA bajará del 21% al 10% y se suspende el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica".

Lo que en principio parecía que serviría como un plan de choque ambicioso que iba a hacer frente a esta escalada, no fue, al final, más que un pequeño calmante que solo serviría para evitar que el precio no fuese aún mayor. Desde entonces, este, que no ha dejado de subir, se ha acentuado todavía más durante la guerra de Ucrania. Lo que ha llevado al Gobierno, junto a Portugal, a presentar ante Europa una propuesta histórica para el mercado eléctrico: limitar el precio del gas (que es el que hasta ahora ha marcado el precio) a 30 euros el megavatio hora. Aunque no se espera su efecto hasta, como mínimo, mayo.

El sobrecoste de la luz no puede entenderse sin conocer el precio del gas. Así, y según Mibgas, este alcanzó su nivel máximo -200 euros el megavatio hora- el 8 de marzo. Ese mismo día, el precio medio de la factura de la luz del consumidor regulado alcanzó, según Omie, los 544 €/MWh. "El gas se ha transmutado, ha pasado de ser un mero combustible a un arma de guerra. Marzo ha terminado con una factura récord de casi 100 euros de media", expone José Luis Sancha, especialista en el sistema energético español.

Rubén Sánchez, portavoz de la plataforma Facua y que acaba de publicar un libro llamado '¿Por qué dejas que te roben?', asegura que "el Gobierno se ha demorado mucho en plantear en Bruselas nuevas medidas. Las que llevó a cabo el año pasado fueron absolutamente insuficientes. Además, lo que probablemente haga el Gobierno ahora -que es poner un tope, que está por ver su cuantía, al precio del gas- creemos que, también, es insuficiente porque, si se aplicara, se traduciría en una factura que representaría cerca de 100 euros para el usuario medio. Aunque la factura fuese más baja que en la actualidad, no dejaría de ser muy alta. El tope al gas debería estar limitado a los 10 euros para que la factura fuese más razonable. La guerra es la tormenta perfecta para revertir la perversión del modelo actual, que es una estafa del modelo marginalista de electricidad". Sánchez ofrece otro dato que demuestra la gravedad de la situación: "En los últimos ocho meses la luz ha subido tanto como en los últimos veinte años".

El economista Francisco Coll Morales detalla alguno de los efectos que puede tener esta persistente factura de luz elevada en los hogares españoles (que lleva así ya siete meses). "El principal problema es que resta y ataca directamente el poder adquisitivo de las familias porque tienen que destinar más recursos para afrontar un gasto por el que antes destinaban menos y, en consecuencia, no pueden destinar recursos para adquirir otra serie de bienes y servicios". Una realidad que, según Coll, afecta de lleno a la economía real. "Los consumidores compran menos, se produce menos y, por ende, se crece menos. En otras palabras, restamos recursos a una recuperación en la que cada euro cuenta".

El Gobierno, a través del mercado de derivados financieros MEFF, puede atisbar la evolución del precio de la electricidad en los próximos meses. El resultado que arroja, sin embargo, no es muy esperanzador: en el cuarto trimestre de 2022, el precio medio de la luz seguirá estando por encima de los 200 euros. No será hasta el año 2023, cuando este vuelva a bajar. Una caída que no resulta muy drástica. Así, en ese año, el precio de la luz solo bajará hasta los 100 euros. Una situación que forzará al Ejecutivo a tomar mayores medidas y de mayor calado. Sobre todo, y teniendo en cuenta, que los intereses políticos siempre están presentes y en poco más de un año estará en juego la reelección del presidente.

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