Herencia

El papel del albacea: valora si te conviene añadirlo a tu testamento

Un albacea es la persona encargada de hacer cumplir las instrucciones que deje un fallecido, por lo que es clave para hacer cumplir su última voluntad. Si estás pensando en hacer testamento, esto es lo que tienes que saber sobre su figura.
Nombrando a un albacea
Testamento
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Nombrando a un albacea

El albacea testamentario es aquella persona que tiene la misión de velar por hacer cumplir las instrucciones que un fallecido deje en su testamento, velando por sus últimas voluntades. Es importante tener en cuenta que el albacea es elegido por el propio testador, y debe figurar éste en el momento de hacer el testamento para que sea un nombramiento válido.

Este cargo es completamente voluntario, por lo que la persona designada tendrá la posibilidad de aceptar o declinar el cargo. Además de elegir al albacea, el testador también determinará la retribución que este recibirá por su labor.

A pesar de que, por norma general, este papel suele ser llevado a cabo por un familiar, que puede realizar esta labor de forma gratuita, puede llegar a darse el caso de que el fallecido no indique cuánto cobrará este en el testamento. Si se da de esta forma, la legislación vigente indica que la retribución será de un 5% del activo hereditario líquido si se trata de un albacea universal, mientras que será de un 2% si es un albacea particular y contador partidor.

El testador tiene la posibilidad de elegir, en vida, a cualquier persona para que sea albacea, siendo habitual que se elijan a familiares o amigos, si bien lo más frecuente es que sea uno de los herederos legales. Hay que tener en cuenta que, dado el caso que el difunto no haya elegido albacea, será una entidad financiera la que tendrá que encargar de estas labores, y sus honorarios procederán de los fondos patrimoniales.

En cualquier caso, es importante destacar que un albacea no puede hacer modificación alguna en el testamento, ya que su única función es la de cumplir que se cumpla la última voluntad del fallecido. El plazo para cumplir las funciones de albacea será de un año, siempre y cuando no se haya determinado otro periodo de tiempo dentro del propio testamento. El tiempo comienza a contar desde el momento en el que la persona ha aceptado este cargo.

¿Cuáles son las ventajas de nombrar un albacea?

No en todos los testamentos se nombra un albacea, y en esos casos las funciones son ejercidas por los herederos. Sin embargo, nombrar a alguien que pueda comprar este rol, le ofrece al causante la seguridad de que cumplirá su última voluntad.

La albacea será la persona encargada de hacer cumplir tanto con las diferentes disposiciones que están contempladas en el testamento como de proteger los bienes muebles e inmuebles, y el dinero en metálico. De igual forma, vigilará el legado de la persona fallecida mientras desempeñe esta función.

El nombramiento de albaceas se hace generalmente cuando se trata de herencias grandes, así como cuando el testador prevé que pueda llegar a existir algún tipo de conflicto tras su fallecimiento. De esta manera, se recurre a esta figura para que respalde el cumplimiento de sus decisiones.

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