Tal y como se preveía, el Parlamento de Portugal ha rechazado los presupuestos generales para 2022. La votación ha obtenido 117 votos en contra, 108 votos a favor y cinco abstenciones, a pesar de los desesperados esfuerzos finales del primer ministro António Costa por conseguir la unión de las fuerzas políticas de izquierda.
A pesar del resultado, Costa ha querido calmar a los portugueses, subrayando que "el Gobierno sale de esta votación con la conciencia tranquila y con la cabeza alta", y se ha dirigido directamente a los ciudadanos para pedir la confianza hacia su gabinete "incluso en las condiciones más adversas".
El rechazo a los presupuestos en el Parlamento, que constituye la primera negativa a estos en la historia democrática del país, recorta notablemente las posibles salidas en el horizonte portugués. Costa ya remarcó durante el debate que en su mente no cabe dimitir, como llegó a reclamarle la oposición, aunque sin unas nuevas cuentas en vigor el Gobierno únicamente tendrá a su disposición una doceava parte del presupuesto previo.
La solución más factible en este caso sería la convocatoria de elecciones anticipadas, competencia en manos del presidente, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, quien ya ha mostrado su predisposición a disolver la Asamblea de la República y encomendar al pueblo portugués hacia unos nuevos comicios que tendrían lugar como pronto en enero de 2022.
Rebelo de Sousa desveló el martes que ya había comenzado con las gestiones para intentar que las partes acercasen sus posturas, pero que por el momento no han sido de ayuda para tender puentes entre ellas. Tras la votación, Costa ha afirmado que se mantendrá a la espera de la decisión que tome el presidente portugués.
Sin certeza sobre si tendrán lugar unas nuevas elecciones y cuándo se producirían estas, Costa, en el gobierno portugués desde 2015, ha dejado claro que quiere liderar de nuevo el Partido Socialista (PS) en las próximas votaciones. El pasado mes de septiembre, los socialistas se hicieron con la victoria en las elecciones municipales hablando en términos globales, aunque perdieron lugares clave como Lisboa.
Comentarios