Tras el comienzo de la campaña de la declaración de la Renta 2023-2024 que arrancó el 3 de abril y se extiende hasta el próximo 1 de julio, los contribuyentes deben rendir cuentas con Hacienda y declarar por el ejercicio fiscal del pasado año, siendo un trámite obligatorio para aquellos que tengan ingresos de 22.000 euros o más. Desde el 7 de mayo se puede realizar este trámite por teléfono y el 3 de junio para quienes quieran presentarlo de manera física en las oficinas de la AEAT.
En el caso de que la declaración salga a pagar, significa que durante el pasado ejercicio se le retuvo menos IRPF de lo debido, por lo que será el momento de abonar a Hacienda las cantidades pendientes. En este tipo de situaciones puede darse el caso de que no tengas dinero para afrontar ese pago, pero para que se pueda cumplir con las obligaciones, Hacienda ofrece hasta tres opciones diferentes a elegir.
La primera de ellas es la de fraccionar el pago por la cuantía a devolver a Hacienda, una opción que está a disposición de todos los contribuyentes. Las condiciones establecen un máximo de dos plazos, el primero de ellos a efectuar en el momento de la presentación de la declaración y el segundo en noviembre. En el primero ellos habrá que desembolsar el 60% del importe a pagar, mientras que el 40% restante se abonará en el segundo. Si se elige esta opción habrá que marcar la casilla correspondiente, que se ubica entre las últimas del borrador de la declaración de la Renta.
La segunda posibilidad es la de solicitar un aplazamiento del pago, cuya solicitud se puede llevar a cabo desde la sede electrónica del organismo, aunque antes de realizar el trámite será necesario disponer de la documentación que acredite la situación económica, como justificantes de pago o deudas, o recibos. En este caso, es necesario recalcar que hay que afrontar unos intereses de demora del 3,75%.
La tercera y última opción es la de buscar financiación bancaria, ya que en algunas entidades se ofrecen créditos a través de los cuales poder afrontar las deudas con Hacienda, aunque para ello habrá que demostrar que se dispone de cierta solvencia, puesto que en caso contrario será difícil que ese préstamo sea concedido.
¿Qué sucede si se presenta la declaración de la Renta y no se paga?
La declaración de la Renta puede ser presentada sin realizar el pago, si bien hacerlo de esta manera tiene una consecuencia, que es la de tener la obligación de pagar intereses de demora a contar desde la fecha en la que llegó a su fin el plazo para el abono del impuesto. La ausencia de pago de la misma hace que la declaración no tenga validez legal.
La presentación de un impuesto sin pago puede suceder, por ejemplo, si a la hora de indicar la forma de pago se indica la opción de “reconocimiento de deuda con solicitud de aplazamiento” y, posteriormente, no se presenta dicho aplazamiento. En este caso se habrá cumplido con la obligación de presentación, pero no se ha ingresado la deuda que el contribuyente haya reconocido en su contra.
Es importante tener en cuenta que presentar y no pagar un impuesto es poco recomendable, ya que además de los intereses moratorios, la Administración puede ejercer acciones de cobro sobre el patrimonio del contribuyente. Además, aquel que tenga deudas con la Hacienda Pública por un impuesto, no podrá solicitar aplazamientos de otros impuestos.
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