Propuesta de la AIE

¿Y si todos bajásemos solo un grado la calefacción? Así podría afectar a Rusia

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©️[RossHelen] a través de Canva.com
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Tras la invasión perpetrada por el ejército de Vladimir Putin en suelo ucraniano, y dadas las consecuencias económicas que está teniendo la guerra a nivel global, uno de los objetivos más inmediatos de la Unión Europea es reducir la dependencia que hay actualmente de las materias primas que exporta Rusia. La idea es "recortar de aquí a fin de año en dos terceras partes nuestra dependencia del gas ruso", tal y como explicó el pasado miércoles Josep Borrell, Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, quien matizó también que era un "objetivo difícil, pero realizable, si realmente nos aplicamos". 

Para ello, dijo, hacen falta medidas macroeconómicas, medidas técnicas y también que los ciudadanos europeos "bajen la calefacción de sus casas". En este sentido, Borrell solicitó que todo el mundo hiciese un "esfuerzo individual" para recortar el consumo de gas, "igual que se recorta el consumo de agua cuando hay sequía".

Pero lejos de lo controvertidas que pudieran resultar las declaraciones (no han sido pocos los que se mostraron indignados tras las palabras de Borrell; incluso, el propio Gabriel Rufián le espetó que "dejase de hacer el ridículo"), el representante de la UE no hizo más que citar el "Plan de 10 puntos para reducir la dependencia de la Unión Europea del gas natural ruso", elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). 

Reducir la dependencia del gas ruso

El mencionado documento expone un decálogo con una serie de medidas que, de implementarse, podrían reducir las importaciones de gas de Rusia en más de un tercio, "con opciones temporales adicionales para profundizar estos recortes a más de la mitad y al mismo tiempo reducir las emisiones". 

Por poner algo de contexto y datos: en 2021, la Unión Europea importó 155.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas natural de Rusia. ¿En porcentaje? Alrededor del 45% de las importaciones totales y cerca del 50% del consumo total de gas. "El progreso hacia las ambiciones netas cero de Europa reducirá su uso y las importaciones de gas con el tiempo, pero la crisis actual plantea la pregunta específica sobre las importaciones de Rusia y qué más se puede hacer en el futuro inmediato para reducirlas". 

En este sentido, ese decálogo de acciones podría reducir las importaciones de la UE en "más de 50.000 millones de metros cúbicos, o más de un tercio, dentro de un año", según estima la AIE. Y esto, añade, "teniendo en cuenta la necesidad de recarga adicional de las instalaciones europeas de almacenamiento de gas en 2022". 

¿Bajar la calefacción?

Es, concretamente, el punto 9 el que hace referencia a "fomentar un ajuste temporal del termostato por parte de los consumidores" y que especifica que la temperatura media para la calefacción de los edificios en toda la UE en la actualidad es superior a 22 °C. 

Por tanto, propone que ajustar el termostato para la calefacción de los edificios tendría un impacto en el ahorro de energía anual de alrededor de 10 mil millones de metros cúbicos por cada grado de reducción, al mismo tiempo que "reduciría las facturas de energía". 

"Las campañas de concientización pública y otras medidas, como la retroalimentación del consumo o los objetivos corporativos, podrían alentar tales cambios en los hogares y edificios comerciales", expone el documento de la AIE. "Las regulaciones que cubran las temperaturas de calefacción en las oficinas también podrían ser una herramienta política eficiente". 

Más medidas

Eso sí, como decíamos, lo de bajar la calefacción un grado, no es el único punto. También añade que otra solución es "no firmar ningún nuevo contrato de suministro de gas con Rusia". El impacto de esto permitiría una mayor diversificación de la oferta de este año y más allá. 

Reemplazar los suministros rusos con gas de fuentes alternativas supondría aumentar el suministro fuera de Rusia en alrededor de 30 mil millones de metros cúbicos en un año. Otra propuesta de la AIE es introducir las obligaciones mínimas de almacenamiento de gas, algo que mejoraría la resiliencia del sistema de gas para el próximo invierno. 

Y, si se acelerase el despliegue de nuevos proyectos eólicos y solares, la Unión Europea tendría la posibilidad de "reducir el uso gas en 6 mil millones de metros cúbicos en un año". Otra opción que plantean "es maximizar la generación de energía a partir de bioenergía y nuclear", cuyo impacto podría reducir el uso del gas en hasta 13 mil millones de metros cúbicos en un año. 

También propone promulgar medidas fiscales a corto plazo sobre las ganancias inesperadas "para proteger a los consumidores vulnerables de electricidad de los altos precios". Esto reduciría las facturas de energía, incluso cuando los precios del gas siguen siendo altos. 

Por último, pone sobre la mesa la idea de "acelerar el reemplazo de calderas de gas por bombas de calor" -que minoraría el uso del gas en 2 mil millones de metros cúbicos adicionales en 12 meses-, así como acelerar las mejoras de "eficiencia energética en los edificios y la industria" e "intensificar los esfuerzos para diversificar y descarbonizar las fuentes de flexibilidad del sistema eléctrico". 

Sandra Sánchez
Responsable SEO - Desarrollo de Audiencias

Licenciada en Periodismo, especializada en SEO y Marketing Digital. Empecé mi etapa laboral en Europa Press, Cadena SER y Gestiona Radio. Más tarde, estudié un máster en Periodismo de Datos que me llevó a ser colaboradora freelance en Xataka. Y ese fue el punto de inflexión que me hizo decantarme por unir la parte analítica y de código, con el lado editorial de periodismo. Tras un breve paso por el mundo de agencias como SEO/SEM, volví a los medios de comunicación, con primera parada en Vozpópuli y, ahora, en La Información como Responsable SEO.

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