La sombra de una candidatura alternativa para intentar desbancar a Antonio Garamendi de la presidencia de la CEOE en las elecciones que celebrará la organización empresarial en noviembre planea sobre la patronal. El runrún es constante desde hace semanas. Varios dirigentes empresariales están urdiendo entre bambalinas la 'operación derrocar a Garamendi'. Intentan hacerlo de manera silenciosa, pero la información ha llegado incluso a oídos del empresario vasco. Las primeras maniobras fueron desactivadas, pero los díscolos están planeando relanzar su estrategia. Todavía queda mucho para el proceso electoral y el timing es clave. Por eso, oficialmente, ninguno de los involucrados reconoce estar envuelto en este movimiento para promocionar un cambio en la dirección que la principal organización empresarial del país. Sin embargo, en privado, admiten que la iniciativa existe e incluso llegan a poner nombres y apellidos a los protagonistas de esta operación.
El movimiento tiene su origen en el descontento que ha venido provocando el actual presidente de la CEOE entre algunos de los socios más destacados de la cúpula de la patronal por su "talante pactista con el Gobierno" y "poco beligerante" con las reformas planteadas por el Ministerio de Trabajo que pilota Yolanda Díaz, explican fuentes conocedoras de la maniobra de los díscolos. Y todo estalló a finales del año pasado, cuando Garamendi puso su firma en la reforma laboral tras consultar a su Comité Ejecutivo y a su Junta Directiva y pese a constatar, al menos, cuatro abstenciones entre los suyos: la de la patronal madrileña CEIM, la de la catalana Foment del Treball y las de las sectoriales Asaja (del campo) y Anfac (del automóvil). Y precisamente, de acuerdo con la información que trasladan a este periódico fuentes al tanto de estos movimientos, las territoriales de Madrid y Cataluña son las principales promotoras de esta candidatura alternativa a Garamendi.
Oficialmente y de cara a la galería, tanto el presidente de CEIM, Miguel Garrido, como el de Foment, Josep Sánchez Llibre, niegan estar detrás de esta maniobra, así como tener intención alguna de postularse personalmente como eventuales candidatos a competir con Garamendi en los comicios del próximo mes de noviembre. Sin embargo, en ámbitos privados, ambos dirigentes sí han reconocido que a lo largo de las últimas semanas y meses se han producido contactos en esta dirección y el catalán ha llegado incluso a admitir en conversaciones en petit comité que el madrileño sería el mejor candidato. No sería el único. Fuentes de la organización empresarial revelan que entre finales de 2021 y principios de este año, al menos otros dos nombres han estado sobre la mesa.
Las fuentes consultadas señalan al presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, como uno de los posibles candidatos a impulsar, además de Garrido. "Garamendi fue conocedor de estos movimientos y fueron desactivados porque hubo quien se sintió utilizado y no quiso participar más de ese complot", revelan estas fuentes. Y al menos otro nombre ha sobrevolado la estrategia de los díscolos, que es el de Juan Pablo Lázaro, expresidente de CEIM que abandonó sus cargos en la patronal, también el de vicepresidente de CEOE, en pleno escándalo por las deficiencias en el control interno del riesgo en los créditos y avales concedidos a empresas por Avalmadrid, por el que finalmente fue sancionado por parte del Banco de España. El empresario madrileño defendió entonces que daba un paso a un lado para centrarse en su compañía, Sending Transporte Urgente.
Pero Lázaro sigue muy presente en la CEOE. A través de su empresa, asociada a la organización empresarial de logística y transporte UNO, sigue participando en la Junta Directiva de la patronal. "El presidente de UNO, Francisco Aranda, es un hombre de confianza de Lázaro, a quien sustituyó en el puesto; y lo mismo sucede con Garrido en CEIM, por lo que continúa teniendo una gran influencia en la CEOE", explica un dirigente empresarial que destaca también la "estrecha relación" que mantienen Lázaro y Sánchez Llibre. Con todo, en su entorno descartan que Lázaro vaya a dar un paso al frente como candidato alternativo a Garamendi. "Asiste ocasionalmente a las reuniones de CEIM como asociado y se ha mostrado beligerante en asuntos como la reforma laboral, pero está alejado de los mandos de las organizaciones y centrado en su empresa, fuera de estas guerras", aseguran fuentes cercanas el expresidente de la patronal madrileña.
Fuentes al tanto de las maniobras urdidas en la sombra por este grupo de empresarios ansiosos por desbancar a Garamendi a finales de este año apuntan a otro nombre, el del ex secretario general del PP, Teodoro García Egea. "La candidatura alternativa no vino inicialmente promovida por organizaciones patronales, sino por el propio García Egea", aseguran estas fuentes, que afirman directamente que el que fuera 'número dos' de Pablo Casado hasta el estallido de la crisis en el partido "contactó con dirigentes de la CEOE para promover un candidato y se mostró a favor de impulsar a Josep Sánchez Llibre, con quien ha estado vinculado desde los inicios de su carrera política y mantiene una buena relación a día de hoy.
"Garamendi estuvo al tanto de estos movimientos, pero hace semanas que fueron aniquilados", afirma uno de los socios de confianza del líder de la CEOE. Pero desde el flanco opositor avanzan que relanzarán su estrategia para derrocar al empresario vasco. Solo están esperando al perfect timing. Como se adelantó en estas páginas, las patronales díscolas están preparando una ofensiva contra la reforma laboral que apoyó la CEOE sin unanimidad y con un fuerte rechazo interno al modus operandi de Garamendi, a quien acusan de haber mantenido un gran "secretismo" en las negociaciones con el Gobierno, hasta el punto de que se enteraron del contenido completo de la reforma laboral cuando se publicó en el BOE. "Empezaremos a ver movimientos pronto, pero no se lanzará un candidato con demasiada antelación para no quemarle", explican fuentes al tanto de la maniobra que auguran que "podría lanzarse una candidatura alternativa en verano, pero la operación se abortará si se llega a septiembre sin un candidato sólido".
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