La cultura de la propiedad de vivienda en España se mantiene firme pese a la subida de precios. Un 70,8% de los ciudadanos continúan teniendo como principal opción de futuro la compra de una casa, tal y como refleja la segunda edición del informe de Culmia 'El viaje del comprador en España'. Sin embargo, también señala que otras alternativas habitacionales ganan peso como el alquiler asequible a largo plazo, que un 16,7% de los encuestados se plantea, o la Vivienda de Protección Oficial (VPO), por la que se decanta un 7,5%.
Por otra parte, sí que se aprecia cierta diferencia en las preferencias dependiendo del rango de edad, y pese a ser mayoritaria en todos, en los tramos más jóvenes la opción de una casa en propiedad pierde fuerza, así en el segmento entre 26 y 29 años (el de menor edad que abarca el informe) el porcentaje cae al 60,4%, decantándose en mayor grado por el alquiler asequible, un 21,3% lo valora. Se trata una diferencia destacable comparándola con la población mayor de 65 años, en la que un 75% avala la propiedad de una vivienda. Otra de las opciones que irrumpen entre los más jóvenes y marcan un cambio notable respecto al resto de segmentos de la población que apenas lo valoran es el ‘coliving’. Compartir piso es una opción a futuro para un 7,9% de los encuestados menores de 30 años.
Otra de las cuestiones en las que se percibe una brecha generacional es plantearse o no recurrir a una subvención pública para adquirir una casa o acceder a una vivienda asequible. Un 50,3% de los mayores de 65 años prefieren una vivienda libre y, por el contrario, el 77,7% del tramo más joven valora recibir ayudas u optar a un producto asequible. Sin embargo, al valorar el trámite para optar a ellas los encuestados consideran que no reúnen las características suficientes o que la transparencia para solicitarlas es escasa.
El coste de la vivienda roza los 2.000 euros/m2
La situación actual del mercado inmobiliario es la que puede explicar estos resultados, según el informe Solvia Market View para el primer trimestre de 2024, el precio medio de la vivienda en España alcanzó los 1.998 euros/m2. Lo que supone un alza del 0,8% respecto al trimestre anterior y de un 4% respecto al mismo periodo del año pasado. Para el final del año Solvia prevé un incremento de entre el 2% y el 3% de los precios de la vivienda, impulsado principalmente por la escasez de la oferta.
Es precisamente la vivienda de obra nueva una de las que está atravesando mayores dificultades, lo que impide el crecimiento de la oferta del sector. Durante el primer trimestre de 2024 se entregaron un total de 25.284 permisos para la construcción de nuevas residencias, cifra que supone un descenso del 5,3% en comparación con el trimestre anterior y una reducción del 11,1% respecto al 2023, lo que refleja una clara tendencia a la baja. Detrás de ella se esconden varios factores como la inseguridad jurídica, la escasa disponibilidad de suelo edificable y la falta de mano de obra cualificada. Debido a estos se espera que las licencias para construir nuevas viviendas caigan entre un 11% y un 13% para el final de año.
La ubicación o los salarios como otras preocupaciones
Los consumidores reflejan su inquietud respecto a la constante subida de precios de la vivienda. El II Observatorio UCI sobre Vivienda y Sostenibilidad señala que la principal preocupación para los españoles que han comprado una vivienda o están pensando en hacerlo es el coste de la misma, siete de cada diez encuestados así lo piensa. Por detrás se sitúan otros factores como una ubicación adecuada a las necesidades personales (51,7%), o el hecho de poder permitirse la vivienda con su sueldo actual (46,5%).
En cuarto lugar, el nivel de los tipos de interés alerta a los consumidores siendo la bajada de estos la primera medida que impondrían cuando se les pregunta por soluciones para el acceso a la vivienda. Pese a la leve bajada que el Banco Central Europeo realizó a principios del mes de junio, del 5,5% al 5,25%. Por otra parte, más de un 50% de los encuestados priorizan medidas como la subida de salarios o la reducción de los gastos relacionados con el proceso de compra. Y un 40% defiende otras como el incremento de la financiación de las hipotecas hasta un 90% o 100% o la recuperación de cientos beneficios fiscales para la compra de vivienda habitual. Muy por debajo permanecen otras medidas relacionadas con la oferta, como la ampliación del parque de vivienda protegida, que solo un 25% de los encuestados analiza como relevante.
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