Discrepan sobre el vigor de la recuperación

Analistas de élite afean al Gobierno sus titubeos por el déficit en un foro privado

Le advierten de que su falta de decisión a la hora de anunciar medidas para reducir el desequilibrio de las cuentas públicas puede pasarle factura a España y erosionar su credibilidad frente a los mercados.

Fotografía María Jesús Montero y Nadia Calviño / EFE
María Jesús Montero y Nadia Calviño
EFE
Fotografía María Jesús Montero y Nadia Calviño / EFE

La gestión de la crisis de la Covid-19 ha disparado los números rojos del sector público español a niveles pocas veces visto, equivalentes al 10,97% del PIB, y ha empujado la deuda pública a su nivel más alto de toda la historia, al llegar a los 1,4 billones de euros, nada menos que el 125,3% del PIB. Pero ni estos registros ni las recomendaciones formuladas al respecto desde organismos como el Banco de España o la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal han movido al Gobierno de su posición de no anunciar ninguna medida concreta de reducción del déficit público hasta que la economía no haya alcanzado su velocidad de crucero.

La firmeza del Ejecutivo a este respecto le ha llevado a remitir a Bruselas un Programa de Estabilidad que no incluye una sola medida concreta de consolidación fiscal y que limita el ajuste presupuestario de los próximos años al impacto que tenga la evolución del ciclo económica sobre las cuentas públicas, lo que según la hoja de ruta gubernamental llevará el déficit público al 8,4% en 2021, al 5% en 2022, al 4% en 2023 y al 3,2% en 2024. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, manifestó en su momento su confianza en acelerar este proceso de reducción del déficit en el momento en que la solidez de la coyuntura económica permita al Gobierno abordar las medidas que tiene en mente: principalmente, subidas fiscales y medidas de racionalización del gasto. Sin embargo, a buena parte de los analistas del país esta 'inacción táctica' no termina de convencerles.

Así se lo trasladaron el pasado martes varios de los principales 'coyunturalistas' del país al analista jefe de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos, Carlos Cuerpo, en la reunión del Grupo de Analistas de Coyuntura Económica (GACE), un foro informal y de acceso reservado que reúne a los principales expertos en análisis económico de las más influyentes instituciones privadas del país con representantes del Gobierno - principalmente del Ministerio de Asuntos Económicos y de la 'oficina económica de Moncloa' - y de las principales instituciones del Estado en el campo del análisis económico, el Banco de España, la Autoridad de Responsabilidad Fiscal (Airef) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), según aseguran varias fuentes presentes en la reunión.

El grupo, que no se reunió en todo 2020 y cuyo principal propósito es compartir las visiones que desde el sector privado y desde el sector público se tienen sobre la actividad económica, mantuvo el pasado martes una reunión telemática en la que, según fuentes que participaron en el encuentro, varios de los presentes advirtieron de los riesgos que para la credibilidad de España en los mercados y ante las instituciones internacionales puede tener esa resistencia por parte del Gobierno a detallar las medidas que se van a tomar para devolver las cuentas públicas a una senda de sostenibilidad. 

Preocupa que esa dilación a la hora de anunciar medidas de consolidación presupuestaria, ya sea por el lado del ingreso o por el lado del gasto, pueda ser interpretada como una falta de voluntad respecto a la adopción de medidas en ese sentido. Especialmente a la luz de los precedentes de los últimos años, en los que desde Bruselas y otras instituciones internacionales se ha afeado a los sucesivos gobiernos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez la levedad de las reducciones de déficit en un contexto de crecimiento acelerado de la economía, y también de las decisiones adoptadas por el Ejecutivo en los últimos meses, en que se ha aprovechado la 'manga ancha' con el gasto público proporcionada por la Comisión Europea para hacer frente a la pandemia para adoptar medidas que se traducirán en incrementos permanentes del gasto público, como la subida de las pensiones con el IPC o la subida a los funcionarios, que los técnicos de Bruselas ya se encargaron de criticar en su día.

Discrepancias sobre el vigor de la recuperación

La reunión también sirvió para poner de manifiesto las discrepancias de los analistas respecto al dibujo que va a presentar la recuperación española. Mientras el Gobierno ha previsto un crecimiento del 6,5% este año que se acelerará hasta el 7% en 2022, los analistas, como ya mostró el último panel de Funcas, se reparten casi a partes iguales entre los que creen que el pico de la recuperación se alcanzará este año y los que consideran que éste no llegará hasta el año que viene. Bajo estas previsiones se esconden enfoques diferentes en relación a qué parte de los fondos europeos se ejecutará este año y también respecto al efecto que sobre la economía tendrá el proceso de vacunación, que todos coincidieron en señalar en la reunión como el factor crítico a la hora de estimar el comportamiento de la economía.

Los más optimistas entienden que el proceso de vacunación permitirá una campaña estival mejor que la de 2020 e impulsará la reactivación de la economía española. Los menos optimistas estiman que las reservas de los turistas, particularmente los extranjeros, no van a desaparecer con tanta rapidez y que habrá que esperar a 2022 para asistir a una recuperación de mayor magnitud. Habrá que esperar.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento