El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este martes la introducción de nuevos aranceles sobre las importaciones chinas por un valor de 18.000 millones de dólares. Estas nueva barreras comerciales se cebarán especialmente en los vehículso eléctricos cuyo gravamen será elevado del 25% al 100%. No será la única actividad afectada, ya que los nuevos aranceles afectan a sectores "vitale para el futuro económico y la seguridad nacional de Estados Unidos". Estos son el acero, el aluminio, los semiconductores, los vehículos eléctricos, las baterías, los paneles solares, las grúas de descarga de buques y los productos médicos.
El momento del anuncio no es casual, ya que se produce en plena campaña para las eleciones presidenciales de noviembre y, en un contexto, en que el diálogo con Pekín cuya dialéctica se ha endurecido en un intento de captar el voto de la clase trabajadora y, de esta forma, evitar que el candidato republicano y expresidente Donald Trump (2017-2021) tenga en esta franja de población una bolsa de votos. De cualquier forma, será su sucesor quien tenga que decir realmente sobre los anunciados aranceles ya que entrarían en vigor en 2025 o 2026.
La peor parte se lo llevarán la importaciones chinas de coches eléctircos que soportarán el arancel más severo, que pasará del 25 % al 100 % este año. Este destacado incremento responde al sustancial aumento de las exportaciones de vehículos eléctricos de China a Estados Unidos, que crecieron un 70 % entre 2022 y 2023, algo que Washington percibe como una amenaza para el desarrollo del mercado interno de estos automóviles. En concreto, Biden quiere que hasta dos tercios de los nuevos coches vendidos en Estados Unidos sean eléctricos en 2032 y, para ello, ha impulsado diferentes programas para incentivar su producción.
Las baterías, otras de las grandes damnificadas
Otro de los sectores perjudicados por el refuerzo de los aranceles que recaen sobre las baterías utilizadas en los vehículos eléctricos, un mercado que China controla en un 80% gracias a su dominio en la minería, procesamiento y refinado de minerales críticos. En concreto, según la Casa Blanca, los gravámenes sobre las baterías de iones de litio pasarán del 7,5 al 25% este año, mientras que el arancel sobre las baterías de iones de litio no destinadas a vehículos eléctricos aumentará del 7,5 al 25% en 2026.
En el área de la energía limpia, también van a reforzarse los aranceles sobre los paneles solares, que pasarán este año del 25 al 50%. El mismo incremento sufrirán los semiconductores, aunque en ese caso la subida se realizará en 2025. Esta medida tiene como objetivo impulsar la producción nacional de semiconductores, respaldada por una inversión de 53.000 millones de dólares que aprobó el Congreso en 2022 y que busca evitar los incrementos de precio que se vivieron durante la pandemia en sectores como el automovilístico y el de los electrodomésticos.
Productos médicos
Biden también ha anunciado que se elevarán los aranceles sobre las grúas de descarga de buques, que pasarán del 0 al 25% este año, y sobre productos médicos. En este último caso, los gravámenes sobre jeringas y agujas ascenderán del 0 % al 50 % en 2024, mientras que los aranceles pasarán del 0 o el 7,5 % al 25 % para productos de protección personal como respiradores y mascarillas. Además, los guantes médicos y quirúrgicos de goma verán incrementados sus aranceles del 7,5 % al 25 % en 2026.
En cualquier caso, la Casa Blanca ha intentado trazar una distinción entre estos gravámenes, dirigidos específicamente a sectores en los que Biden ha invertido, y los "aranceles indiscriminados" que, en su opinión, Trump impuso cuando era presidente.
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