Abrir una cuenta en el extranjero es una cuestión que muchos se plantean por motivos diversos, sobre todo cuando se trata de buscar cuentas que puedan aportar una remuneración y rentabilidad, dado que los intereses de las cuentas y depósitos suelen ser mayores fuera del país. No obstante, en otras ocasiones son una opción a tener en cuenta por la operativa online, por las garantías ofrecidas, por diversificar el riesgo, las coberturas o por poder operar o hacer transacciones desde otro país.
Independientemente de cuál sea la razón de ello, a la hora de plantearse la apertura de una cuenta en el extranjero, hay que tener en cuenta una serie de factores, evitando así posibles sustos e imprevistos. Para empezar, hay que informarse del país en el que se desea abrir la cuenta. Para ello, conviene comprobar la nota que posee en rankings crediticios como Fitch o Moody’s, además de tener en cuenta la forma en la que las autoridades del país en cuestión actuarían para proteger el dinero en caso de que surja algún tipo de problema.
Es recomendable también revisar bien las opiniones acerca de esa entidad bancaria, así como noticias y trayectoria de la misma, además de investigar a fondo sus comisiones y rentabilidades, si las tuviese. De igual modo, es conveniente tener en cuenta su fiscalidad, asegurándose de que no se apliquen retenciones fiscales si se va a tributar por esa cuenta en España.
Pasos para abrir una cuenta en el extranjero
Son muchos los bancos europeos o bancos digitales que ofrecen sus cuentas bancarias de forma accesible desde España y en apenas unos clics, siendo el proceso diferente en función de cada entidad en cuestión. Sin embargo, existen una serie de pasos que suelen ser habituales y que pueden ser un indicativo de las instrucciones a realizar.
Para empezar, hay que abrir la página web o aplicación del banco elegido, para seguidamente informarse de la cuenta que se desea abrir y comenzar el proceso de contratación. De forma habitual, aparecerá un formulario que deberás rellenar con una serie de datos estándar, tales como el nombre y apellidos, DNI, país de residencia, teléfono, etcétera. En función del banco, se solicitarán una menor o mayor cantidad de datos.
Luego hay que confirmar la identidad, en un proceso que podrá realizarse de maneras diferentes en función de la entidad bancaria, ya que mientras que algunos requieren de la aportación del DNI escaneado, otros requieren de una videollamada u otros sistemas, de forma que puedan verificar que el titular de la cuenta es quien dice ser. Para finalizar, es habitual que haya que asociar una cuenta del país de residencia.
De esta manera, nos encontramos con que el proceso para abrir una cuenta corriente en el extranjero es muy sencillo de llevar a cabo, por lo que no debería ser un impedimento para poder disponer de ella.
Por último, conviene hablar de la tributación de las cuentas en el extranjero. No se está obligado a declarar a ningún organismo español los depósitos o cuentas remuneradas en el extranjero, a excepción de Hacienda. Para ello existe el modelo 720, un formulario que solo se debe cumplimentar si se poseen más de 50.000 euros en el extranjero, ya sea en cuentas y depósitos, valores o seguros obtenidos o depositados fuera de España, bienes inmuebles y derechos sobre ellos, situados en el extranjero.
En todo caso, conviene tener en cuenta que las entidades bancarias extranjeras, al igual que sucede con los españoles, deben aplicar una retención fiscal sobre los intereses generados por las cuentas bancarias de sus clientes.
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