Una tarjeta de crédito es un instrumento financiero que puede llegar a resultar de gran utilidad para los consumidores en España, pero puede haber distintos motivos que puedan llevar a la necesidad o deseo de cancelarla. El proceso para ello es más sencillo de lo que se pueda pensar inicialmente, pero se deben conocer los pasos a seguir para evitar tener que lidiar con comisiones u otros gastos.
Para cancelar una tarjeta de crédito, el titular debe tener en cuenta que, en ese momento, el saldo consumido debe ser cero, con ningún movimiento a favor o en contra, puesto que, en ese caso, por muy pequeño que sea el saldo, la tarjeta continuará generando gastos. Una vez que se consigue que el saldo de la tarjeta esté intacto, será el momento de ponerse en contacto con la entidad emisora de la misma para solicitar la cancelación de la tarjeta. Para ello se puede recurrir a una solicitud por escrito, vía telefónica o por otro medio que se establezca en el contrario.
En el momento en el que reciba la solicitud, la propia entidad bancaria procederá a la comprobación del saldo de la tarjeta, y si todo es correcto, darán comienzo los trámites de cancelación. Esto implicará que el usuario tenga que hacer entrega de la tarjeta física en la sucursal correspondiente, momento en el que recibirá el pertinente justificante de cancelación, con el cual se habrá terminado el proceso.
Cómo cancelar una tarjeta de crédito en caso de pérdida o robo
Sin embargo, en otras ocasiones la cancelación de la tarjeta de crédito no se da por decisión propia, porque se haya decidido prescindir de ella para apostar por una tarjeta de débito, o por haber encontrado otra alternativa que ofrezca condiciones más ventajosas, sino que viene provocado por una situación inesperada, como puede ser un robo o su pérdida, será necesario actuar de una manera diferente.
Si te ves forzado a ello, el procedimiento a seguir es un tanto diferente al anterior, ya que en este caso lo más conveniente será que, de forma inmediata, procedas a apagar la tarjeta de crédito. En la actualidad, gracias a la banca online, accesible mediante la web o la aplicación de la entidad bancaria, es posible hacerlo rápidamente y en cuestión de segundos.
En el caso de que se haya producido un robo, es fundamental bloquear la tarjeta para evitar que pueda ser utilizada por parte de terceros y, por tanto, que sea imposible que puedan llevar a cabo compras o cualquier otra operación con ella. Una vez bloqueada la tarjeta, el titular de la misma podrá recibir una nueva que mantiene el contrato y PIN de la sustraída, pero con un nuevo número PAN. Este último es el número que aparece en el anverso de las tarjetas de pago, es decir, el número de la tarjeta que se encuentra en todo tipo de ellas, ya sean de débito, de crédito, virtuales o de prepago.
Asimismo, conviene recordar que en el caso de que se trate de un robo, además de proceder a bloquear la tarjeta, se deben denunciar los hechos en la comisaría más cercana, ya que la propia entidad bancaria puede llegar a solicitar la denuncia. Además, será clave en el caso de que se haya producido algún tipo de movimiento bancario en el periodo desde que el usuario se percató de la sustracción de la tarjeta bancaria y el correspondiente bloqueo y denuncia.
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