Los estafadores recurren a muchas estrategias diferentes para tratar de engañar a sus víctimas, siendo los adultos mayores el objetivo favorito de estos, puesto que son uno de los grupos más vulnerables de la sociedad. Los delincuentes se enfocan en muchos casos en este grupo de edad porque están menos familiarizados con la seguridad en internet, además de que es habitual que tengan una considerable cantidad de ahorros y que tengan una mayor predisposición a hablar por teléfono o abrir la puerta de desconocidos.
Con frecuencia, los engaños a adultos mayores están enfocadas a robar su dinero, pero también pueden usarse para robar información personal confidencial que posteriormente pueda ser utilizada para una suplantación de identidad.
Algunas de las estafas y fraudes más comunes a los que se encuentran expuestos los ancianos y otros colectivos vulnerables son aquellos que tienen que ver con timos con un familiar necesitado o en situación de emergencia, fraudes relacionados con el servicio técnico de algún servicio, el phishing o sitios web fraudulentos, las estafas románticas, los timos de inversión, o las diferentes estafas a puerta fría, donde se busca robar en las viviendas, haciéndose pasar por instaladores de servicios de energía o comerciales de distintos productos o servicios.
Consejos para proteger a los adultos mayores de las estafas
Teniendo en cuenta todo lo anterior, conviene conocer una serie de consejos y recomendaciones básicas para proteger a los adultos mayores frente a las estafas, comenzando por fomentar su aprendizaje básico sobre internet y la seguridad online, de forma que se puedan familiarizar con conceptos como el phishing, malware, sitios web falsos…, además de advertirles acerca de los diferentes timos que van surgiendo tanto en internet como fuera de la red.
También conviene destacar la importancia de proteger los datos personales y financieros, de forma que nunca compartan sus contraseñas, información bancaria ni otros datos sensibles por ningún medio, así como promover entre los ancianos que tengan desconfianza ante ofertas o peticiones urgentes, o que sean demasiado buenas para ser ciertas. De igual forma, es necesario que se recomiende a los adultos mayores a que consulten con amigos, familiares o expertos de confianza ante cualquier situación sospechosa o duda.
Por lo tanto, es clave que, para evitar las estafas, los adultos mayores estén debidamente asesorados para poder disfrutar de una adecuada adaptación tecnológica, de forma que puedan estar al tanto de los diferentes riesgos a los que pueden enfrentarse y se reduzcan las posibilidades de que se conviertan en víctimas.
Esto implica que tengan máximo cuidado a la hora facilitar sus datos personales, así como a la hora de visitar sitios web sospechosos y promover el uso de contraseñas seguras y diferentes, que en ningún caso deben compartir con los demás. Es clave fomentar un entorno de confianza y apoyo en el que las personas mayores se sientan cómodas hablando de sus inquietudes y se las pueda ayudar a estar debidamente protegidas frente a los fraudes.
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