La llegada del verano trae consigo olas de calor que nos obligan a encender el aire acondicionado para combatir las altas temperaturas. En días como los de esta semana, con noches de temperaturas tropicales, son muchos los que ya empiezan a utilizarlo. Hacer un uso indebido de él puede encarecer considerablemente el precio en la factura de la luz. Tener en cuenta estos consejos para intentar paliar el calor sin que haya grandes consecuencias en nuestro bolsillo es un buen método para conseguir ahorrar dinero.
La primera clave implica incorporar un trabajo previo y constante. Se trata de realizar un buen mantenimiento del sistema de aire acondicionado. En concreto, se deben llevar a cabo las revisiones pertinentes de forma periódica, limpiar los filtros y verificar que no se produzcan obstrucciones, todo esto implicará un menor gasto de energía y, por tanto, un precio más reducido.
“Un sistema bien mantenido no solo funciona mejor, sino que también consume menos energía, prolongando su vida útil”, explican desde Mitsubishi Electric, fabricante de sistemas de climatización.
Otro factor muy importante que se debe considerar es elegir un aislamiento térmico eficaz . Este paso supone un gran ahorro de energía y tiempo, ya que un buen sistema ayuda a que la temperatura que se mantiene en el interior de la estancia que queremos refrescar sea más estable e incluso llega a evitar en muchas ocasiones que el aparato llegue a encenderse.
Respecto a esto, también es muy relevante que el espacio cuente con una buena distribución que permita la ventilación, de este modo se aprovecharán al máximo los horarios con temperaturas más bajas para renovar el aire de la estancia de forma eficaz. “Contribuye a que el esfuerzo climatizador de la instalación del aire acondicionado sea menor, lo que repercute directamente en el consumo”, añaden los expertos.
Contar con un sistema de aire acondicionado que permita ser programado desde el teléfono móvil es otro de los puntos clave a la hora de disminuir el gasto en las facturas. De esta forma se tiene un control mayor sobre la temperatura y el tiempo de actividad del aparato. Además, se gana en comodidad al poder encender el aparato estando fuera del hogar y preparar su temperatura para nuestra llegada.
Por último, el ahorro también viene de la mano de la calidad del sistema que tenemos instalado. Cuanto más eficiente sea, mejor resultado dará. Algunos de los aparatos más actuales no solo se encargan de regular la temperatura de una estancia a través de la emisión de aire frío, sino que también pueden controlar el calor o el frío que hace en las distintas habitaciones y redirigir el aire para que la temperatura esté en equilibrio.
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