Yolanda Díaz esquiva la presión sindical y ofrece un SMI de 996 euros para atraer a la patronal al acuerdo. Así lo confirman fuentes del diálogo social a La Información tras la primera reunión mantenida con el Ministerio de Trabajo este lunes para abordar la subida del salario mínimo en 2022. Con esta cifra, que se queda en el rango intermedio de la recomendación de los expertos, la vicepresidenta segunda del Gobierno busca sumar a los empresarios a un eventual acuerdo, al evitar poner sobre la mesa los 1.000 euros que exigen las organizaciones sindicales CCOO y UGT.
El Gobierno ha propuesto a los agentes sociales subir el salario mínimo 31 euros para 2022, hasta alcanzar los 996 euros mensuales, desde los 965 actuales. El incremento, según detallan fuentes de las negociaciones, sería efectivo con carácter retroactivo, desde el 1 de enero. La cifra coincide con el rango intermedio de la propuesta de los expertos para este segundo tramo de subida, tras el aumento de 15 euros en 2021 que se hizo efectivo en septiembre, e iría seguida de otro alza de otros 31 euros en 2023 para alcanzar los 1.027 euros en 2023, el 60% del salario medio.
Díaz ha querido presidir la mesa de negociación, en un movimiento poco habitual para una primera reunión técnica, para lanzar un mensaje a la sociedad: el diálogo social continúa. Así lo ha asegurado la propia vicepresidenta en rueda de prensa tras el encuentro mantenido con los representantes de las organizaciones sindicales y empresariales en el Ministerio de Trabajo este lunes. De este modo, Díaz continúa con su agenda, tras lograr aprobar la reforma laboral en el Congreso el pasado jueves.
La vicepresidenta ha recordado que la ley solo exige una consulta pública, pero que el Gobierno practica el diálogo social para intentar que la subida del SMI cuente con un respaldo que ya ha vaticinado que puede ser bipartito o tripartito. También ha avanzado que la decisión, que afecta a 2 millones de trabajadores será rápida. El Ministerio ha convocado la mesa nuevamente el próximo miércoles, de modo que podría ir a Consejo de Ministros la semana que viene. Patronal y sindicatos valorarán la propuesta gubernamental estos días, pero desde los sindicatos ya avanzan que insistirán en los 1.000 euros.
La propia Díaz ha admitido que la cifra de 1.000 euros sería la ideal, pero se ha mostrado abierta a negociar con las partes para llegar a un acuerdo. El Ministerio, según ha explicado, se movía en una horquilla entre los 22 y los 40 euros y, aunque ha evitado cifrar el incremento, desde el diálogo social informan de que la propuesta se fija en esos 31 euros. "El decreto está ya en el canal administrativo", ha avanzado la vicepresidenta, evitando poner números a la propuesta por respeto al diálogo social.
Díaz evita llegar a los 1.000 euros que demandan CCOO y UGT y que según los sindicatos les habría prometido el pasado mes de septiembre, cuando llegaron a un acuerdo sin la patronal para subir el SMI. Esquivando la presión sindical, la vicepresidenta busca un consenso amplio que, en esta ocasión, sí pueda sumar a los empresarios. Desde la patronal, en todo caso, se muestran reticentes al aumento e insisten en la debilidad de la recuperación económica y en las dificultades que está atravesando el tejido empresarial. En cualquier caso, discutirán internamente sobre el asunto estos días.
La decisión será rápida
Yolanda Díaz quiere que la decisión sea rápida. "Los sindicatos quieren más y los empresarios quieren menos", ha admitido, pero al mismo tiempo ha reconocido que el decreto ya está redactado y que, a falta de incorporar la cifra final, la cantidad se sitúa en la senda marcada por los expertos. Aunque la vicepresidenta ha asegurado que respeta a todas las partes, decidan lo que decidan, lo cierto es que ha admitido que si de ella dependiera el SMI estaría en 1.000 euros y que su función es la de buscar el "equilibrio" entre sindicatos y patronal.
Pero lo cierto es que la subida planteada supone prácticamente el doble del incremento aprobado hace apenas 5 meses y que fue rechazado por la CEOE, de modo que Díaz lo tiene complicado en esta negociación para atraer a los empresarios al pacto. La vicepresidenta ha asegurado que el presidente del Gobierno respalda la subida que ha debatido esta mañana con los agentes sociales, pese a que el propio Pedro Sánchez ha advertido de los riesgos de subir los salarios en un momento inflacionista. Díaz ha asegurado que la subida de precios es coyuntural y que en el incremento del salario mínimo no se determina en función del IPC.
Sobre la posibilidad de cerrar en esta negociación una senda conjunta con los incrementos de 2022 y 2023, una opción que sería aceptable para el flanco empresarial, la vicepresidenta ha reconocido que la actualización del SMI para 2023, que deberá decidirse a finales de este año, conlleva cierta dificultad porque hay que conocer con exactitud la evolución del salario medio, una labor que corresponde a los expertos. De modo que la responsable de las políticas laborales del Gobierno se ha mostrado abierta a cerrar ambos ejercicios pero ha asegurado que cualquier decisión se tomará con "carácter científico" y "al albur de los indicadores económicos".
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