A la hora de montar un nuevo negocio, nos encontramos con la posibilidad de decidir el tipo de la empresa, pudiéndose optar por una empresa asociada, una vinculada o una autónoma. Para poder conocer cuál es la mejor opción para ti, debes conocer las características de cada una de ellas.
Para empezar, la empresa asociada es la que tiene una influencia importante sobre otra empresa, lo que quiere decir que, sin tener control sobre ella, la primera empresa, para convertirse en asociada, haría suya parte del capital y/o del derecho a voto en la segunda empresa, aportando entre 20% como mínimo y un 49% como máximo. Asimismo, se considera que una empresa es asociada cuando una segunda compañía se hace con un mínimo del 20% de la primera empresa.
En este caso, la empresa que invierte y la asociada siguen siendo empresas separadas y conservan su respectiva independencia contable y legal. Es habitual que la relación entre ambas empresas esté orientada a proyectos u objetivos compartidos.
Por su parte, la empresa vinculada es la compañía que se une a otra, debiendo darse al menos una de las siguientes condiciones: tener mayoría del derecho a voto de la otra compañía, o tener potestad para nombrar y/o revocar a gran parte de los integrantes del Consejo de Administración o de la Dirección de la otra compañía. Un claro ejemplo de compañía vinculada es una filial.
Otro aspecto a tener en consideración es que dos empresas también pueden estar asociadas si ambas se encuentran sujetas al control de una tercera compañía, por lo que, si la mayor parte del accionariado de una empresa A y de B es propiedad de C, entonces A y B se encuentran vinculadas.
Más allá de las mencionadas, existe una tercera tipología de empresa, que es la autónoma. Como se puede deducir por su propio nombre, es una empresa totalmente independiente, lo que quiere decir que no cuenta con participaciones en otras compañías ni ninguna entidad tiene participación en ella, o dado el caso de que las tenga, que éstas no superen el 20% del capital o del derecho a voto.
¿En qué se diferencia una empresa asociada y una vinculada?
A la hora de distinguir una empresa asociada de una vinculada hay varias diferencias. La principal tiene que ver con el grado de la relación que establecen con la empresa a la que se “unen”. Una empresa asociada no se va a enlazar a la misma, puesto que en ningún caso llegará a contar con un 50% de porcentaje de la misma ni opción de voto, algo que sí sucede en el caso de la empresa vinculada.
Este hecho lleva a que haya otra importante diferencia entre ambas, que tiene que ver precisamente con el mencionado derecho a voto. En el caso de una empresa asociada, al no contar con el porcentaje necesario para ello, no tiene influencia en las decisiones de la empresa con la que se “une”, mientras que una empresa vinculada sí que lo puede hacer. De hecho, esta última tiene la posibilidad de revocar y/o nombrar a los componentes que forman parte de la Administración y la Dirección de la otra empresa, si así lo considera.
Una última diferencia a mencionar entre una empresa asociada y una vinculada es el número de empresas vinculadas entre ellas. Si se trata de empresas asociadas, lo habitual es que sean dos las que se unen, mientras que, en la gran mayoría de los casos, la cantidad es superior si se trata de empresas vinculadas.
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