Los chavistas proclaman la victoria de Maduro con el 51,2% de los votos y la oposición dice que es “imposible”

La oposición no solo no reconoce los resultados, sino que promete presentar las actas de los colegios electorales para demostrar que el ganador es su candidato Edmundo González, con el 70% de los votos, y el perdedor, Nicolás Maduro.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebra tras conocer los resultados de las elecciones presidenciales este domingo
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebra tras conocer los resultados de las elecciones presidenciales este domingo
Agencia EFE | EFE
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebra tras conocer los resultados de las elecciones presidenciales este domingo

Lo que millones de venezolanos en el interior y el exterior del país temían se cumplió este domingo 28 de julio en Venezuela. El Consejo Nacional Electoral (CNE), anunció que Nicolás Maduro había ganado las elecciones presidenciales con el 51,2% de los votos con 5,15 millones de papeletas, mientras que el candidato más importante de la oposición, Edmundo González, apoyado por la carismática María Corina Machado, habría perdido con el 44,2%, con 4,46 millones de votos. Ese resultado se habría obtenido con el 80 de las mesas escrutadas.

Elvis Amoroso, presidente del CNE, también anunció que habrían pedido al fiscal general que investigada las acciones terroristas contra los centros de votación y contra funcionarios electorales cometidos en la jornada, supuestamente por la oposición.

La oposición no solo no reconoce los resultados, sino que promete presentar las actas de los colegios electorales para demostrar que el ganador es su candidato Edmundo González, con el 70% de los votos, y el perdedor, Nicolás Maduro. “Vamos a defender la verdad”, dijo María Corina Machado pasada la una de la madrugada.

Los colegios electorales abrieron a las 5.00 de la mañana, y tenían que estar abiertos hasta las 6.00 de la tarde, pero se demoraron en algunos sitios debido a la lentitud de los registros. A diferencia de las elecciones legislativas de 2020, esta vez se veían largas colas de gente desde la noche anterior en todos los puntos del país, lo cual para la oposición era indicio de que iba a haber una enorme movilización a favor de su candidato.

Una compleja difusión de resultados

El CNE se demoró más horas de lo habitual en comunicar el resultado, lo cual hacía pensar al país que algo se estaba fraguando porque la jornada había estado repleta de irregularidades. Por ejemplo, en muchos centros electorales no se permitió que los testigos de la oposición pudieran llevarse una copia de las actas. Estas actas permitirían a los seguidores de Edmundo González demostrar que había obtenido más votos que Maduro, que era lo que venían diciendo las encuestas a pie de urna. A la 1.20 de la noche, Machado dijo que ya tenían el 40% de las actas y que todavía había testigos en los centros electorales esperando a que les entregasen las actas. Según Machado, los chavistas estaban impidiendo la entrega del resto de las actas. “En los próximos días vamos a seguir anunciando las actas”, prometió Machado. Esas actas demostrarían que González habría ganado con el 70%. “Edmundo González es el próximo presidente de Venezuela”, añadió Machado. Y remató: “Lo que ha dicho el CNE es imposible”. El presidente de Chile, Gabriel Boric, le dio la razón manifestando que los resultados “son poco creíbles”.

A partir de las 10.00 de la noche, aunque todavía no había resultados. los chavistas fueron calentando el ambiente, reuniéndose en los alrededores de la sede presidencial para festejar la victoria de Maduro. Pero al mismo tiempo, en muchas ciudades del país y en barrios de Caracas se festejaba la derrota del mandatario, lo cual pondría fin a 25 años de chavismo. De hecho, Edmundo González afirmó al final del domingo que “los resultados son inocultables. El país eligió un cambio en paz”.

A las doce de la noche, los venezolanos todavía no sabían quién era el ganador, lo cual sorprendía después de que la maquinaria chavista elogiase la eficacia del sistema de recuento del CNE. A medida que pasaban los minutos, el ambiente se iba caldeando en Caracas. Los colectivos, las fuerzas de choque chavista, empezaron a barrer algunas calles, y a agredir a los ciudadanos que se manifestaban contra Maduro.

Por fin, pasadas ya las 12 de la noche, el presidente del CNE anunció los resultados, y poco después se escucharon fuegos artificiales en muchos puntos de Caracas. Nicolás Maduro salió poco después vestido con la bandera de Venezuela para festejar con los chavistas reunidos frente al Palacio de Miraflores. Entonces, se escucharon caceroladas en los barrios de Caracas.

Lo que ningún observador puede dudar es que la oposición ha tenido que superar una miríada de obstáculos sembrados a lo largo de los últimos meses por el aparato de Nicolás Maduro. En primer lugar, María Corina Machado, en este momento la política más valorada de este país, no pudo presentarse a las elecciones pues Maduro la inhabilitó y el Tribunal Supremo, controlado por chavistas, ratificó la inhabilitación a principios de este año.

Durante la campaña electoral, como han podido comprobar los ciudadanos, las calles de Caracas estaban inundadas con carteles de Maduro y ninguno del opositor. Los canales de televisión públicos solo han destinado su programación para ensalzar a Maduro, a pesar que la normativa del Consejo Nacional electoral dice en su artículo 208 que deben destinar minutos a todos los partidos.

Asimismo, el CNE dice en su artículo 210 que “en el lapso de cualquiera de las campañas electorales previstas en esta Ley, el gobierno nacional, estadal o municipal no podrá hacer publicidad o propaganda a favor o en contra de ninguna individualidad u organización que conlleve fines electorales y se limitará a los programas estrictamente informativos”. Sin embargo, cuando oficialmente ya no se podía hacer campaña desde el viernes pasado (el artículo 208 dice que cuarenta y ocho horas antes de comenzar las votaciones cesará y no podrá hacerse ninguna propaganda electoral), el canal público más importante, VTV, emitió una película de una hora y media titulada “Nicolás, vida e historia de un hombre humilde”. Por los canales de TV públicos no han dejado de salir desde el fin de la campaña, dibujos animados de Superbigotes, donde Maduro, vestido de Superman, aparece como el salvador de las mujeres y de los jóvenes.

También, cuando ya no se podía hacer propaganda electoral, un miembro del CNE salió el viernes 26 por la tarde criticando a “la extrema derecha” (así califican a la oposición) por poner en duda la fiabilidad de la maquinaria electoral del CNE.

En la tarde previa a la jornada electoral, Nicolás Maduro estuvo emitiendo en directo un programa donde hablaba de las 5,1 millones de viviendas inauguradas, hospitales estrenados por Misión Vivienda en Ciudad Caribia o el arreglo de las fachadas de los edificios del barrio 23 de enero donde aparecían grafitis destacando la visita al barrio de Hugo Chávez en 1998.

Sin observadores de la UE

El gobierno de Maduro no ha dejado entrar a observadores de la Unión Europea, y ha denegado la entrada a políticos de Chile, México, Panamá, Costa Rica y Argentina, y tampoco permitió la entrada a una comitiva del PP, que había sido invitada por la oposición venezolana.

Es decir, María Corina Machado, Edmundo González y toda la oposición se han enfrentado en estas elecciones a una portentosa maquinaria electoral al servicio de Nicolás Maduro, y, supuestamente, pagada con fondos públicos si algún día se hace una auditoría a estos gastos, como ordena el CNE. Machado y González solo contaban esta vez con un medio de comunicación de masas: las redes sociales.

Los videos de María Corina Machado visitando las ciudades y los pueblos, y sorteando el bloqueo de la Guardia Nacional y de los chavistas en todo el territorio, han corrido por Instagram, X (antes Twitter), y YouTube, y han sido reproducido millones de veces. Ahora, se espera que la oposición liderada por María Corina Machado responda a los resultados siguiendo su lema de “hasta el final”.

En estos 11 años de mandato de Maduro, desde 2013 hasta 2024, el país ha sufrido hiperinflación, escasez de gasolina, el agua no llega de forma corriente a los hogares y hay periódicos cortes de luz. El grito de la mayoría de los venezolanos ha sido durante la campaña “Este gobierno va a caer”. Un lema que se ha coreado en los vagones del Metro, en las ciudades y en los pueblos de todo el país, donde han abucheado a los representantes del chavismo en la campaña electoral, y que permitía a millones de venezolanos soñar con un cambio de régimen.

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