El ministro niega un pasado radical

Escrivá, del 'bolchevique' de Iglesias al jefe de la banca y dueño de las pensiones

José Luis Escrivá
Escrivá: del 'bolchevique' de Iglesias al jefe de la banca y dueño de las pensiones
Europa Press
José Luis Escrivá

"La primera vez que nos vimos, él me dijo: 'mira, yo fui un estudiante de extrema izquierda' y me enseño una papeleta electoral de principios de los ochenta, en la facultad de Economía, en la que la candidatura de los estudiantes radicales estaba encabezada por Juan Carlos Monedero –que, aunque no lo parezca, tiene la misma edad que él- y Escrivá. Allí los dos, como buenos bolcheviques". La anécdota la contó Pablo Iglesias el pasado lunes en el Ágora de Hora 25, en la Cadena Ser. El exlíder de Podemos trataba así de desmontar el "mito" extendido sobre su mala relación con el actual ministro de Seguridad Social. En tono jocoso, su contertulio, el eurodiputado y exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo, le respondía: "Luego ya fue menos bolchevique, porque pasó al Servicio de Estudios de BBVA". Pero un halo de misterio rodea esta curiosa historia.

¿De 'bolchevique' en la universidad a jefe de la banca y ministro de las pensiones? José Luis Escrivá Belmonte (Albacete, 1960) no tiene, en realidad, la misma edad que Juan Carlos Monedero. "Me saca tres años, pero cuando tienes 18 parecen muchos", matiza el cofundador de Podemos, que asegura haber coincidido con Escrivá en la facultad de económicas de la Universidad Complutense de Madrid, donde ambos se afiliaron a la Agrupación Socialista Universitaria (ASU). "Me ofrecieron ir en la lista del Grupo de Estudiantes Progresistas y ahí compartí representación con Escrivá, que era de los mayores", rememora Monedero. Sin embargo, fuentes del equipo del ministro niegan la mayor: "No perteneció a esa entidad". Pero Monedero guarda detalles de aquella época: "Recuerdo que siempre me trataba con cariño, como un estudiante de cuarto o quinto a uno de primero, y me daba consejos sobre lo que debía estudiar. Me temo que no le hice mucho caso, cuando terminé tercero me fui a hacer políticas y sociología", concluye.

Escrivá siguió su camino tras finalizar la universidad con premio extraordinario de licenciatura y realizó estudios de posgrado en Análisis Económico y en Econometría. Aterrizó en el Banco de España en el año 1987, a las puertas de la gran crisis de los noventa. "Muy joven, pero con una mente brillante"; "un buen economista"; "un tipo con buena cabeza"; "un coco". Son algunos de los calificativos que emplean para describirle quienes coincidieron con él en aquella época. Desempeñó diferentes puestos en el Servicio de Estudios del supervisor y participó activamente en el proceso de integración monetaria desde 1993 como asesor del Instituto Monetario Europeo, donde "se presentó por indicación del entonces gobernador para que España tuviera una representación en puestos importantes", indican fuentes del Ministerio de Inclusión, negando así que la lucha de poder en la cúpula del Banco tuviera algo que ver con este movimiento.

En el ámbito más técnico, dentro del organismo supervisor destacó por sus estimaciones econométricas, basadas en el agregado monetario M3 para controlar la cantidad de dinero en circulación y en conceptos como los "activos líquidos en manos del público". Cuentan que, en cierta ocasión, en una reunión en el BdE, un prestigioso economista americano, catedrático de la Complutense, cuestionó que el Banco estuviera dejando la política monetaria en manos del "niño Escrivá", a quien definió como alguien que "intenta inventar la rueda y la hace cuadrada". Pero con su currículum y su prestigio profesional como aval, tras su paso por el Instituto Monetario Europeo, fue nombrado jefe de la División de Política Monetaria del Banco Central Europeo en Frankfurt, desde 1999 hasta 2004. Entre 2012 y 2014 fue director para las Américas del Banco Internacional de Pagos de Basilea.

Y entre medias, desde el año 2004 hasta 2012 trabajó en el grupo BBVA, primero como economista-jefe y director del Servicio de Estudios, ocupando el cargo que dejó Miguel Sebastián, y, a partir de 2010, como director gerente del Área de Finanzas Públicas. En uno de los servicios de estudios más potentes del mundo –actualmente cuenta con más de 100 analistas repartidos en una decena de países- comentan algunos de sus coetáneos que la relación con su equipo no estaba bien engrasada. Coincidió con Jorge Sicilia, actual director de BBVA Research y economista jefe de BBVA y también con Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico. "Le montaron un motín y le pidieron que se fuera", afirman fuentes conocedoras de las circunstancias en las que se produjo la salida de Escrivá del banco, eso sí, evitando citar nombres propios. Si bien desde su actual equipo del Ministerio aseguran que "del BBVA pasó a director para las Américas del BIS, donde fue elegido por su anterior trabajo en un banco central y donde pidieron a BBVA facilidades para su incorporación lo más rápida posible".

En 2014 fue nombrado el primer presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), órgano creado por el Gobierno de Mariano Rajoy a instancias de la UE para la fiscalización de las cuentas públicas, convirtiéndose en el hombre de negro 'in house'. Tuvo algunos rifirrafes iniciales con Cristóbal Montoro, aunque terminó por avalar sus previsiones macroeconómicas año tras año. En 2018 estuvo en las quinielas -aunque quizá no en las más mediáticas, sí en los corrillos del poder- para sustituir al ministro Luis de Guindos tras su marcha a Frankfurt. Aunque se comenta que el puesto al que siempre aspiró fue el de gobernador del Banco de España. 

Si Monedero recuerda al Escrivá de los años ochenta como un economista del 'mainstream', de ideología "sociata", como presidente de la Autoridad Independiente hizo gala de su nula filiación política, aunque son muchos los que le situaban en el mood 'pepero': "Ni es progresista ni lo ha sido nunca, Escrivá es del PP", comentan aún a día de hoy entre bambalinas del mundillo político-económico fuentes que afirman que cuando fue elegido para la AIReF, algún ministro del Partido Popular dijo "este es de los nuestros". Pero al final de su etapa en este organismo se produjo un giro -cuando menos, llamativo, especialmente a posteriori, al saberse que pasaría de fiscalizador a fiscalizado- y fue la publicación del controvertido informe sobre el futuro de las pensiones que desafiaba los peores augurios sobre la sostenibilidad del sistema público y se alineaba con el enfoque del Gobierno de Sánchez.

Con todo, su llegada al Gobierno sorprendió a muchos. Sin duda, la de Escrivá fue una de las 'bombas' en la composición de la coalición. En entornos gubernamentales mantienen la tesis de que Pedro Sánchez le eligió para hacer tándem con la responsable económica, Nadia Calviño, en un momento en el que necesitaba buscar perfiles técnicos que trasladaran cierta confianza a Bruselas para ganar credibilidad ante un gobierno que fue visto con recelo en Europa por la entrada de Podemos. Tras tomar posesión, el nuevo ministro de Seguridad Social recibió un mensaje de un miembro del PP con un contenido parecido a un "lo siento por ti, pero es bueno para España", según revelan fuentes del equipo 'popular' de aquel entonces.

Sánchez le eligió para hacer tándem con Calviño y dar confianza a Bruselas

Desde su llegada al ministerio empezó a rodearse de afines. Llamativo fue el nombramiento de la exdirectora de Gabinete del que fuera ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital del Gobierno de Rajoy, Álvaro Nadal, como Subsecretaria de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Se trata de Raquel González Peña, que cesó del puesto a petición propia el pasado mes de julio. Pero más flagrante fue la incorporación a su departamento de varios integrantes de Torrelodones, municipio madrileño donde reside el ministro. De ahí procede, por ejemplo, su hasta ahora directora de gabinete, Elena Biurrun, que recientemente ha sido sustituida en el cargo por una excolaboradora de Escrivá en BBVA, María Teresa Ledo, o el director de Comunicación del Ministerio, Ángel Guirao.

Fuentes de su departamento explican que el equipo de confianza de Escrivá se compone de "perfiles muy distintos", lo que enriquece la toma de decisiones, así como el diseño de las políticas públicas. Este equipo ha sido el encargado de diseñar la reforma de las pensiones que están tramitando en estos momentos los grupos parlamentarios con duras críticas hacia el ministro por haber hurtado al Parlamento la posibilidad de debatir sobre uno de los elementos clave para el futuro sistema de pensiones como es el Mecanismo de Equidad Intergeneracional. El ministro ha optado por  introducir ese mecanismo a última hora, mediante una enmienda transaccional y sin contar con el respaldo previo de la patronal. Aun así, desde el Ministerio aseguran que el Gobierno "valora mucho las opiniones. delos agentes sociales, que aportan y enriquecen las normas" y que "todo se ha abordado en el diálogo social".

Sin embargo, son varias las quejas que vierten los agentes sociales, tanto la patronal como los sindicatos, sobre el ministro, prácticamente todas las semanas, en todas las negociaciones. "Negociar no es una hoja de excel, le falta experiencia en la mesa de diálogo social", critican fuentes sindicales que reconocen mejor sintonía con la titular de Trabajo, Yolanda Díaz. "Se engaña a sí mismo, sabe que está poniendo parches", añaden desde las organizaciones empresariales al respecto de la reforma de las pensiones. Otro de los aspectos que cuestionan los interlocutores sociales son sus continuas "meteduras de pata" en declaraciones públicas, "creando incertidumbres y lanzando globos sonda sobre temas cruciales como son las pensiones públicas". "En Moncloa le han tenido que enmendar la plana al ministro en varias ocasiones por este motivo", afirma una fuente de CEOE.

Sobre su presencia en un futuro gobierno de Pedro Sánchez, fuentes de su equipo indican que "son los presidentes los que eligen a los ministros". Eso sí, manifiestan su satisfacción por el trabajo realizado: "Durante la pandemia, se ha desplegado una protección inédita a los trabajadores y el tejido productivo, con los ERTE y las prestaciones extraordinarias para autónomos. Y, mientras, se ha ido avanzando en otras medidas fundamentales, como la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital o la reforma del reglamento de extranjería. Y pronto podrían también estar en vigor la ley que garantice el poder adquisitivo de las pensiones y la de modernización del mercado laboral". "Son todos ellos proyectos fundamentales", concluyen desde el Ministerio.

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