La agencia de calificación crediticia Fitch decidió este viernes mantener la nota de España en A- con perspectiva estable. La firma destaca la solidez de la economía española, aunque alerta sobre los posibles riesgos de la fragmentación política y sus efectos sobre la reducción de déficit y la deuda pública.
El informe publicado por la agencia estadounidense proyecta un crecimiento del PIB del 2,1% en 2024 y del 2% en 2025, por encima de la media de las grandes economías europeas. Este aumento estará apoyado en el sostenimiento de las rentas de los hogares, los beneficios empresariales, la resiliencia del sector turístico y la mejora del mercado laboral.
Fitch también ha subrayado la diversificación de la economía española y su alto valor añadido, con un balance exterior que resiste a las diferentes perturbaciones globales y se mantiene en la senda del fortalecimiento. Esta fortaleza contrasta, según el informe, con la elevada ratio de deuda pública, la baja inversión del sector privado y el débil crecimiento de la productividad laboral que limita el potencial del PIB.
Una situación no tan anómala
A ello suma la fragmentación política, porque pesa sobre las perspectivas de consolidación fiscal y sobre la posibilidad de que se implementen reformas pendientes como la fiscal, al tiempo que considera que el Gobierno de coalición "de centro izquierda" seguirá favoreciendo el incremento del gasto social.
La inversión, no obstante, considera que se recuperará a medida que aumente el impacto de los fondos de recuperación europeos y se alivie gradualmente el endurecimiento de las condiciones de financiación consecuencia de la subida de los tipos de interés.
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