![Billetes de euro.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2022/06/11/li_fotografia-de-billetes-de-euro.jpeg)
Ganar la lotería es cuestión de suerte. Hay quiénes se pasan toda una vida comprando boletos de lotería que nunca resultan premiados; mientras que otras personas consiguen un premio a la primera. Ahora bien, si consigues ser uno de los afortunados, te tocaría tomar una decisión difícil: qué hacer con tanto dinero.
Hay quiénes optan por hacer realidad su sueño e invierten su dinero en cuestiones materiales como comprar una casa grande, un coche de alta gama, viajes etc. Sin embargo, hay otros ganadores que deciden hacer grandes donaciones o incluso invertir el dinero en otras acciones sociales como el rescate de perros. Con ello, optan por no cambiar sus hábitos y llevar una vida alejada de los lujos.
Justo fue este el caso de Elaine Thompson, una trabajadora de supermercado que hace 25 años ganó un premio de 3 millones de euros (2,7 millones de libras). Tanto ella como su marido, Derek, decidieron no dejar sus puestos de trabajo pese a que ya no necesitasen el dinero para llegar a fin de mes. Así, Derek continúo trabajando como contable dentro de una empresa y Elaine siguió con su trabajo como reponedora en horario nocturno del supermercado.
¿Por qué continuó trabajando?
¿A qué se debe que tomen esta decisión? Según explica el matrimonio a ‘The Sun’, ambos querían que sus hijos tuvieran un buen ejemplo en casa. En 1995, cuando fueron los premiados, los niños tenían 5 y 10 años, respectivamente. “Es importante que los niños te vean trabajando duro”, afirman. Por este motivo, han decidido mantener la vida que llevaban, aunque reconocen haberse comprado caballos de carrera y disfrutaron de varios viajes.
Además, Elaine explica que vive feliz con ese puesto de trabajo. "Amo absolutamente mi trabajo y solo porque me tocó la lotería no iba a dejar el empleo. Todo es cuestión de equilibrio". Pese a ser una afortunada, decidió continuar con un trabajo que le aportaba felicidad, pero ahora, con 65 años de edad, llega su jubilación y le preocupa. "No estoy preparada para jubilarme", cuenta al medio. Ahora tendrá que buscar nuevos hobbies en los que invertir su tiempo.
Aun así reconoce que estuvo a punto de tirar la toalla: "Un par de veces fue realmente muy difícil. Conducía al trabajo pensando, '¿qué estoy haciendo?' Pero decidí seguir adelante y estoy orgullosa de haberlo hecho y no abandonar." 25 años después de la decisión de continuar, Elaine se muestra feliz por la decisión que tomó.
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