El primer ministro griego Alexis Tsipras anunció este miércoles que recurrirá a la Unión Europea para pedirle que facilite las negociaciones con sus acreedores, criticando la postura del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el proceso.
Una fuente gubernamental informó que Tsipras pedirá este miércoles al presidente del Consejo Europeo Donald Tusk una cumbre extraordinaria con ese fin.
El asunto también podría ser abordado en una reunión de ministros del Finanzas, pero la cita de los representantes de los países de la Eurozona prevista para el jueves fue pospuesta, mermando las expectativas de Grecia de obtener un acuerdo antes del domingo.
En respuesta, Tusk instó a los ministros a que fijen rápidamente una fecha para reunirse y zanjar las diferencias con Grecia sobre su programa de reformas del tercer rescate financiero.
"Necesitamos una fecha específica para una nueva reunión del Eurogrupo en una fecha cercana, no estoy hablando de semanas sino de días", dijo Tusk en una declaración en Bruselas.
"Estoy convencido de que aún hay más trabajo de parte de los ministros de Finanzas. Debemos evitar una renovada situación de incertidumbre para Grecia", añadió.
El presidente del Eurogrupo, el ministro de Finanzas holandés, Jeroen Dijsselbloem, decidió el martes por la noche no convocar a una reunión extraordinaria de ministros para el jueves.
Según su portavoz, se necesita "más trabajo" para decidir sobre los próximos pasos en el programa de rescate de 86.000 millones de euros de Grecia.
Más tarde señaló a la cadena holandesa RTL-Z que la reunión sólo tendría lugar si tenía posibilidades de ser un "éxito".
La portavoz del gobierno griego, Olga Gerovassili, acusó este miércoles al FMI de estar "socavando" las conversaciones con demandas que van más allá de los compromisos acordados por Grecia en el acuerdo de julio pasado.
Grecia se ha comprometido a establecer recortes por 5.400 millones de euros para 2018, con el objetivo de cumplir con las exigencias marcadas por los acreedores.
Sin embargo, ahora el gobierno afirma que se le exigen nuevas medidas de ajuste que suman 3.600 millones de euros, que pueden ser llevadas a cabo posteriormente pero que deben ser aprobadas por el parlamento.
Gerovassili dijo que la demanda "rompe los límites que marca la constitución griega y el sistema legal europeo".
La última revisión de los acreedores, que tiene como objetivo desbloquear un tramo del préstamo para Grecia, sobre todo por los desacuerdos sobre los recortes sobre las pensiones y las ayudas a los bancos en dificultades.
Los gobiernos de la Eurozona también han prometido ofrecer a Grecia algún porcentaje de quita, que fue la única concesión que obtuvo Tsipras en las tensas negociaciones que terminaron con un acuerdo en julio pasado.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, se mantuvo en su línea expresando su escepticismo. "Cuando se cumplan las condiciones vamos a convocar a la reunión", dijo.
Agobiada por sus deudas, Grecia necesita lograr un acuerdo con sus acreedores para desbloquear las siguientes entregas del millonario plan de rescate de 86.000 millones de euros (95.000 millones de dólares).
En julio, el gobierno griego debe hacer frente a pagos de 2.300 millones de euros (2.600 millones de dólares).
Gerovassili dijo el miércoles que no hay inseguridad con respecto a las reservas de Grecia.
Una fuente conocedora del expediente de la deuda griega señaló a la AFP que Grecia puede enfrentar sus pagos sin dificultad hasta finales de mayo, ya que en las últimas semanas el gobierno ha reunido cerca de 500 millones de euros de las reservas de instituciones públicas, incluyendo el parlamento y la seguridad social.
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