Es muy posible que a lo largo de algún momento de tu vida te encuentres con que las cosas no están yendo como esperabas por diferentes razones, y que tus finanzas personales te generen algún que otro quebradero de cabeza. Lejos de desesperarse, lo mejor es comenzar a tomar acción y poner en práctica algunas ideas para mejorar tu situación financiera. Elaborar un presupuesto y reducir los gastos pueden ser un buen primer paso para que la economía doméstica sea más sana.
Antes de nada, debes ser consciente de la necesidad de cambiar tu mentalidad, ya que la mente es la responsable de muchos éxitos y fracasos en la vida. Para ello debes dejar de lado pensamientos derrotistas y enfocarte en ti mismo para hacer los cambios oportunos para poder llegar a alcanzar tus metas económicas.
Para empezar, es necesario comenzar por tener un mayor control del dinero que entra y sale de tus cuentas, razón por la cual hay que elaborar un presupuesto de ingresos y gastos, que debe ser mensual y proyectado por lo menos un año adelante. Puedes clasificar tus ingresos e identificar diferentes tipos de gastos, y en él deben figurar hasta los más mínimos gastos.
Gracias a un presupuesto podrás conocer en qué se te va el dinero, dar prioridad a tus gastos y reducir las deudas, además de poder hacer previsiones de futuro e ir creando un fondo para emergencias. Y todo ello debe seguir la premisa de que los gastos nunca pueden ser superiores a tus ingresos.
Tras crear ese presupuesto es necesario evitar o reducir tus deudas en la medida de lo posible. En ocasiones puede no quedar más remedio, como cuando se contrata una hipoteca para comprar una vivienda principal, sobre todo si se paga una cuota similar al alquiler que se pueda estar pagando en ese momento. Sin embargo, más allá de esta situación especial, conviene liquidar lo antes posible las deudas, además de evitar el uso de tarjetas de crédito o préstamos personales, ya que todo ello afectará a tu situación financiera actual y futura.
Otras ideas para mejorar tus finanzas
Además de elaborar un presupuesto y tratar de ir deshaciéndote lo antes posible de tus deudas, es aconsejable que establezcas objetivos a medio plazo, pequeños objetos que sean acordes a tus ingresos. De esta forma, trata de ahorrar cada mes al menos un 10% de tus ingresos, ya sea guardando ese dinero en una hucha o incorporándolo a una cuenta de ahorro.
El primer objetivo tendría que ser el de acumular, por ejemplo, varios meses de gastos para que puedas vivir tranquilo, además de fijarte algunas metas que te ayuden a ahorrar, cómo puede ser la compra de una vivienda, disfrutar de una mejor jubilación, etcétera.
También deberás tratar de crear un fondo de emergencia, el cual está destinado a cubrir imprevistos que puedan surgir. Una buena meta para mejorar tu situación financiera sería la de ahorrar al menos un año de tus gastos.
Una vez que tu situación financiera haya mejorado y que ya hayas alcanzado los objetivos mencionados, llegará el momento de considerar invertir. El dinero parado en el banco no rinde nada, y debido a la inflación su valor adquisitivo irá deteriorándose a medida que pasa el tiempo. Por tanto, una vez que hayas analizado tus finanzas y tengas un nivel de ahorro adecuado, deberás invertir un porcentaje de tus ahorros.
Para ello tendrás que considerar invertir parcialmente en el mercado de valores, que a largo plazo es el activo más rentable. En cualquier caso, es necesario que conozcas cuál es tu perfil de riesgo, de manera que no corras más riesgos de los que estés dispuesto a soportar, y que además apuestes por una cartera diversificada para mejorar tu situación financiera a largo plazo.
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