Japón evita la recesión y crece un 0,4% en el primer trimestre

Japón evitó la recesión y creció un 0,4% en el primer trimestre del año, según datos preliminares publicados este miércoles, aunque esta cifra demuestra que la tercera economía mundial está todavía lejos de consolidar su recuperación.

El Producto Interior Bruto (PIB) creció un 0,4% entre enero y marzo con respecto al trimestre anterior, después de haber caído -0,4% en el último trimestre de 2015. En términos anualizados (es decir si el crecimiento se prolongara todo un año) la cifra es de 1,7%.

El dato, mejor de la esperado, evita la recesión (definida como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) y se explica por el repunte del consumo. Sin embargo no parece suficiente para consolidar el crecimiento prometido por el primer ministro Shinzo Abe.

En los últimos meses su plan para reflotar la economía japonesa, el llamado 'abenomics', se ha visto afectado por la caída de los mercados y la revaloración del yen, que afecta negativamente a la competitividad de las empresas.

Según la prensa local, el buen dato del crecimiento podría llevar a Abe a posponer el aumento previsto del impuesto al consumo para evitar fragilizar todavía más la economía.

En 2014 un aumento de este impuesto, clave para que Japón pueda pagar su enorme deuda, fue considerado directamente responsable de un breve periodo de recesión.

"Incluso si el gobierno aplaza el aumento del impuesto, todavía necesita poner las finanzas públicas en el buen camino, lo que no es un trabajo fácil", asegura Yoko Takeda, jefe economista del instituto de investigación Mitsubishi.

"La economía está en una situación difícil, con un yen fuerte que afecta a los ingresos de las compañías, aumentos de sueldo congelados y falta de confianza entre los consumidores. Vendrán tiempos duros", prevé Takeda.

Japón celebrará a partir del viernes una reunión de dos días de los responsables de finanzas del G7, entre ellos el secretario del Tesoro estadounidense Jack Lew y el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi.

La semana que viene está prevista además una cumbre de los jefes de Estado de este grupo de países ricos que reúne a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

El plan de reactivación de Shinzo Abe -basado en el gasto público, las políticas monetarias expansivas y las reformas de una economía muy regulada- pareció dar sus frutos en 2012, poco después de su elección.

El yen perdió entonces gran parte de su valor, favoreciendo las exportaciones, e impulsó la subida de la bolsa.

Pero el crecimiento ha seguido siendo débil y ha desatado las críticas contra la estrategia del gobierno.

Una de las claves del 'abenomics' ha sido la política de expansión cuantitativa (aumento de la oferta de dinero) del banco central (BoJ) con el objetivo de frenar la espiral de deflación nociva para el crecimiento.

En enero, el BoJ sorprendió a los mercados con tasas de interés negativas para intentar favorecer los préstamos a particulares y empresas, una decisión muy criticada y considerada como un movimiento desesperado del gobierno para salvar su plan de reactivación.

La economía japonesa se ha visto lastrado además por dos terremotos en abril que dejaron víctimas y obligaron a grandes compañías a cerrar temporalmente sus instalaciones en las zonas más afectadas.

También en abril, una encuesta del banco central reveló que el nivel de confianza de los grandes fabricantes japoneses ha caído a su nivel más bajo desde que Shinzo Abe lanzó su programa económico.

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