El banco Julius Baer ha publicado este jueves sus resultados anuales, que apuntan a una fuerte caída en beneficios tras un año marcado por el impacto de la exposición de la entidad a la deuda del grupo inmobiliario Signa, que en los últimos meses se ha visto obligado a declarar en bancarrota varias de las empresas controladas por el "holding" austriaco.
Fuentes del segundo mayor banco de Suiza tras la caída de Credit Suisse han comunicado a la agencia económica AWP que la entidad planea reducir su plantilla tras conocer los últimos resultados, en los que se reporta un descenso del 52% en los beneficios netos de la firma durante 2023. Esta caída equivale a una cifra unos 454 millones de francos (486 millones de euros) por debajo de la registrada el año anterior.
El grupo, que contaba con 7.435 trabajadores en plantilla a finales de 2023, prescindirá de un total de 250 empleados, según ha explicado el portavoz del banco a AWP. Esta reducción de efectivos, que se realizará a través de salidas voluntarias y la eliminación de cargos redundantes, supondrá un ahorro de gastos por un importe de 130 millones de francos (casi 140 millones de euros).
Cambio en la dirección del banco
El banco especializado en la gestión de fortunas informó de unas pérdidas de crédito neto de 606 millones de francos suizos (649 millones de euros), de los que 586 millones de francos (628 millones de euros) corresponden a la deuda de Signa, grupo del que es propietario de René Benko, uno de los magnates más ricos de Austria..
La entidad bancaria anunció hoy asimismo la salida de su actual consejero delegado, Philipp Rickenbacher, quien será temporalmente sustituido en la dirección del banco por Nic Dreckmann. El cambio de dirección decidido por el banco y el hecho de que haya optado por asumir prácticamente toda la deuda con Signa en provisiones parecen haber satisfecho a los accionistas, ya que los valores de Julius Baer se han mantenido toda esta jornada al alza en el mercado del Zúrich y actualmente marcan subidas cercanas al 5%.
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