A pocas semanas de las elecciones europeas del próximo 9 de junio, en las que España elegirá 61 eurodiputados, el sector primario exhibe un protatonismo inusual al socaire de las 'tractoradas' de febrero y marzo. Tras las principales organizaciones agrarias (Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones) y la patronal pesquera Cepesca es el turno del sector vinícola. En concreto, el Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV) han exigido a Bruselas "una política sanitaria de la UE coordinada, pragmática y basada en la ciencia que distinga entre consumo moderado de vino y abuso de alcohol". Es decir, los bodegueros quieren evitar debates sobre el etiquetado del vino y su equiparación con productos como el tabaco.
En este sentido, los bodegueros europeos apuestan por "el diálogo constructivo entre todas las partes implicadas" y, de esta forma, evitar polémicas como la provocada por la Ley impulsada por Irlanda en la que se obligaba al vino importado a incluir en su etiqueta advertencias explícitas sobre supuestas consecuencias de la salud en línea con lo que se ha regulado sobre el tabaco o los debates alrededor de la estrategia europea de lucha contra el cáncer.
Es decir, los bodegueros europeos quieren un mayor enfoque hacia la agricultura y el vino de toda la regulación relacionada con su actividad y que abarca terrenos tan diversos como el medioambiente y la salud. Además piden fortalecer la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo y garantizar la participación del sector en las nuevas propuestas legislativas que se presenten desde las nuevas autoridades comunitarias.
En esta línea, se pronuncia el secretario general del CEEV Ignacio Sánchez quien apunta que "necesitamos un enfoque vitivinícola coherente en el ámbito político para actrualizar las leyes y luchar contra determinados ataques injustos a nuestra cultura vinícola". En su opinión, solo de esta forma se garantiza un sector fuerte y una oferta diversa.
PAC, cambio climático y vinos más modernos
No es la única petición de la CEEV y de su socio socio español, la Federación Española del Vino (FEV), quienes también apuestan por "reforzar" la Política Agraria Común (PAC) para que impulse la competitividad y "reduzca la complejidad administrativa". Además piden que la normativa europeea concilie tradición e inovación para incentivar la adaptación de los productos vitivinícolas a los nuevos hábitos del consumidor "preservando al mismo tiempo la cultura del vino". De igual modo piden fortalecer el mercado único y la "armonización de las normativas" para reducir los costes de comercialización. En esta línea, pide impulsar la digitalización y darle un empujón al comercio electrónico.
El cambio climático también esta incluida en las reivindicaciones de los bodegueros europeos que piden definir en la próxima legislatura europea (2024-2029) los principios de la producción sostenible de vino, reconocimiento la aportación del viñedo a los ecosistemas y priorizando lo que denominan como "medidas de mitigación".
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