Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto que modifica el sistema de acceso a la función pública docente para los años 2022, 2023 y 2024. La norma tiene como objetivo reducir la temporalidad en el sector público educativo, un problema que afecta a toda la administración pública y que desde Europa vienen reclamando al Gobierno para que actúe. Actualmente, la tasa de temporalidad en este sector se sitúa en torno al 23% y el compromiso del Gobierno es rebajarlo hasta el 8%.
Entre los cambios incluidos en la nueva ley de interinos, se introducirán novedades en las fases de oposición. Estas pruebas no tendrán un carácter eliminatorio, como venía ocurriendo hasta ahora, y se suprimirá la parte práctica de las mismas. Eso sí, se necesitará un cinco mínimo, sobre 10, para acceder al concurso.
Procesos sin exámenes
Según ha anunciado la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, con el objetivo de reducir la temporalidad se han diseñado dos vías de acceso hacia el funcionariado: un concurso-oposición ordinario, aunque modificado para premiar la experiencia sobre la formación, y un concurso de méritos. De esta forma, a través de esta segunda vía, los interinos podrán pasar a ser fijos sin tener la necesidad de examinarse. Eso sí, tendrán que llevar trabajando en el sistema público docente desde antes del 1 de enero de 2016. Las plazas a completar serán únicamente de estabilización y las comunidades autónomas podrán convocar este procedimiento una única vez hasta 2024
Concurso Oposición
Respeto a las plazas ocupadas por personal temporal en los tres años anteriores al 31 de diciembre de 2020, a las que se añaden las plazas de los procesos de estabilización de las leyes de Presupuestos Generales del Estado para 2017 y 2018, se ha diseñado una nueva forma para las oposiciones. Estos candidatos se enfrentarán a un examen que consistirá únicamente en el desarrollo de un tema. De esta forma, se elimina la prueba práctica que hasta el momento se estaba realizando. Este test consistía en la realización de comentarios de texto en Lengua o ejercicios y problemas en Física o Matemáticas. Aunque en aquellas especialidades que incluyan contenidos de carácter aplicado, habilidades instrumentales o técnicas se podrán incorporar un ejercicio de carácter práctico.
Así pues, la segunda fase de las oposiciones residirá únicamente en la presentación de una unidad didáctica, de manera que los examinandos no tendrán que exponer al tribunal una programación didáctica, como también venía ocurriendo hasta la fecha. De este modo, y con la supresión del carácter eliminatorio de la prueba, no será necesario que se apruebe el desarrollo del tema (fase uno) para hacer la presentación (fase dos). Eso sí, para poder acceder al periodo de concurso, será necesario que los opositores hayan obtenido una nota media de un cinco.
Por contra, la nueva norma completa que aquellos interinos que lleven desde 2021 y los nuevos aspirantes, se regirán por el sistema actual de concurso-oposición. Para estos, las plazas convocadas serán de reposición y de nueva creación.
Cómo se valorará cada parte
En lo referente a la calificación en el proceso concurso-oposición, el Ministerio de Educación ha detallado que la parte dedicada a los exámenes ponderará un 60% en la puntuación final. Por otro lado, la fase de concurso lo hará en un 40%, obteniendo como máximo 10 puntos. Estos se repartirán de la siguiente manera: experiencia docente (7 puntos cómo máximo, primándose la experiencia en la misma especialidad a la que se opta), formación académica (máx. 2 puntos) y otros méritos (máx. 1 punto),
En cuento al proceso de estabilización de concurso de méritos, la puntuación máxima será de 15 puntos repartidos en tres bloques: experiencia docente (7 puntos, primándose la experiencia en la misma especialidad a la que se opta), formación académica (3 puntos) y otros méritos (5 puntos, donde se valorará superar la fase de oposición en la misma especialidad a la que se opta en anteriores procesos selectivos).
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