Los que apostaron contra las tecnológicas y el S&P 500 compran ahora porque todo ha vuelto a inflarse y a encarecerse. ¿Es factible que el principal indicador de la bolsa de Estados Unidos alcance ese año los 6.000 puntos, como prevén algunos analistas? Eso supone un potencial de revalorización del 10% desde el nivel actual cercano a los 5.500 puntos. Este optimismo se basa fundamentalmente en el desempeño de las grandes tecnológicas, especialmente Nvidia, que recientemente se convirtió en la mayor empresa del mundo con una capitalización de mercado de 3,3 billones de dólares. Con una subida del 15% del S&P 500 en 2024 que se suma a un 24% en 2023, la pregunta está servida: ¿Podría estar el S&P 500 en camino a un ciclo alcista histórico?
El mayor bajista sobre el S&P 500 es ahora el más alcista
En un giro inesperado, uno de los mayores bajistas de Wall Street, la firma Evercore, ha cambiado de bando al elevar drásticamente su objetivo de fin de año para el S&P 500 a 6.000 puntos, lo que lo convierte en la firma más optimista de Wall Street. Evercore señala que una Reserva Federal (Fed) inclinada a reducir los gastos de endeudamiento proporciona un respaldo económico ideal para el mercado de valores. Esto, combinado con la persistente exuberancia en torno a la inteligencia artificial (IA), podría mantener los múltiplos elevados durante un período prolongado. ¿Podrían estas previsiones incluso ser conservadoras?
Goldman Sachs más allá de los 6.000 puntos
Goldman Sachs también ha revisado al alza su proyección, situando el índice en 5.600 puntos para finales de 2024. Sin embargo, la entidad también ve posible que el S&P 500 alcance los 6.300 puntos, destacando que las grandes tecnológicas seguirán siendo el motor de nuevos récords en el índice. La entidad explica que los impulsores del repunte incluyen revisiones al alza del consenso del mercado sobre las estimaciones de ganancias para 2024 para estas mismas empresas tecnológicas y una expansión de la valoración derivada del mayor entusiasmo de los inversores por IA.
Entre el realismo y la burbuja en el S&P 500
Las bolsas están anticipando un nuevo superciclo alcista, impulsado principalmente por la rápida adopción de la IA, lo que tendría un impacto significativo en la productividad y el crecimiento. Esta expectativa entusiasma a los inversores, quienes han pasado de aplaudir un aterrizaje suave de la economía a celebrar un rápido y marcado incremento en la actividad. El rally de alivio del 2023, que surgió cuando los inversores se dieron cuenta con cierta sorpresa de que el aumento de los tipos de interés del 0% al 5% no había provocado una recesión global, se ha transformado en algo mucho más sólido y con más potencial.
Señales de advertencia
En este contexto, la idea de un S&P alcanzando los 6.000 puntos empieza a parecer razonable, dado un horizonte económico positivo y despejado. Sin embargo, parece razonablemente difícil que se pueda lograr sin pasar antes por correcciones ante la sobrecompra y etapas de ajustes en las bolsas y en los bonos. Las últimas jornadas en Europa recuerdan que los mercados pueden ser impredecibles, y que cualquier evento político, económico o tecnológico puede dar un vuelco a la situación.
Además, lo que sucede en la superficie del S&P 500 con Nvidia y los ‘siete magnificos’ no refleja completamente la realidad subyacente. Aunque la tecnología y el índice siguen marcando máximos semana tras semana, la dispersión de las acciones dentro del índice ha aumentado, con un número significativo de valores experimentando grandes oscilaciones diarias. Esto refleja un escenario donde los inversores se centran en identificar a los ganadores y perdedores en un entorno de tasas de interés en aumento y entusiasmo por la IA.
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