Valorar los créditos y préstamos

Manual de supervivencia para evitar que las deudas te coman los ahorros en 2023

Billetes y monedas de euros.
Billetes y monedas de euros.
©[PhotoMIX Company] a través de Pixabay
Billetes y monedas de euros.

Cuando se juntan el encarecimiento de la vida, las épocas de mucho gasto y la facilidad para conseguir dinero prestado, el resultado es casi siempre el mismo: crece el endeudamiento de las familias. Los datos del Banco de España relativos al mes de noviembre de 2022, cuando coincidió el Black Friday con las compras prenavideñas, confirman esta fórmula. Según el órgano supervisor, las entidades financieras de nuestro país concedieron créditos al consumo por valor de 3.040 millones de euros; casi un 20% más que el mes anterior.

Pedir financiación para pagar productos o servicios a plazos no es necesariamente malo. Al fin y al cabo, es una opción que permite fraccionar las compras y mantener un colchón de ahorros para cubrir otros gastos e imprevistos. Sin embargo, si se abusa del crédito, las consecuencias pueden ser nefastas: las deudas se acumulan e impiden, en muchas ocasiones, llegar a fin de mes.

Para evitar, precisamente, los riesgos asociados a los préstamos que se conceden para financiar necesidades de consumo, desde el comparador financiero HelpMyCash.com han lanzado un manual sobre cómo endeudarse con cabeza. Esta guía de bolsillo contiene una serie de trucos sencillos que pueden ponerse en práctica para mantener una economía doméstica sana.

1. Valora si es necesario contraer la deuda

El primer consejo que da este comparador se debe poner en práctica antes de contraer una deuda. Según HelpMyCash, es vital preguntarse si realmente es necesario pedir financiación para pagar a plazos un producto o un servicio. Y para averiguarlo, hay que saber diferenciar entre la deuda "buena" y la deuda "mala".

Una deuda buena es la que se contrae para fraccionar una compra necesaria (no un capricho) que no se puede pagar solo con ahorros. En esta categoría puede entrar, por ejemplo, la adquisición de un vehículo nuevo si el coche actual se ha quedado viejo y comienza a averiarse más de la cuenta o el curso de un máster para ampliar la formación y tener más oportunidades laborales.

La deuda mala, en cambio, es la que se contrae para financiar caprichos, compras compulsivas, bienes que no se adaptan al nivel económico de una persona o pagos de otras deudas. Por ejemplo, si se cobra el salario mínimo, no es nada recomendable pedir un crédito para pagar a plazos un smartphone de última generación.

2. Busca la mejor opción de financiación

El segundo truco de este manual consiste en elegir el producto adecuado para financiar la compra. Existen muchas opciones para pagar un artículo o un servicio a plazos, cada una con sus pros y sus contras: la financiación de la propia tienda, una tarjeta de crédito, un préstamo personal…

Por ejemplo, pongamos que una persona quiere pagar una lavadora a plazos. En ese caso, lo más conveniente es aprovecharse de las ofertas de financiación sin intereses ni comisiones (al 0% TAE) que pueden encontrarse en algunos establecimientos y grandes superficies. De este modo, no habrá que pagar ni un solo euro de más por la compra, dado que en las cuotas no se incluirá ningún sobrecoste.

En cambio, si se pretende financiar la compra de un coche, pedir un préstamo personal es más adecuado, pues es un producto que permite obtener grandes sumas de dinero y devolverlo en varios años. Eso sí, no a cualquier precio: hay que buscar créditos con un buen interés. Según HelpMyCash, dos de los mejores préstamos personales son los de Cofidis y los de ING, cuyo tipo de interés nominal es desde el 5,25% (5,38% TAE) y desde el 5,49% (5,63% TAE), respectivamente.

3. mantén tus deudas bajo control

Finalmente, hay que mantener a raya las deudas para que no se "coman" más ingresos de la cuenta. Según HelpMyCash, lo ideal es que las cuotas de todos los créditos que se tienen contratados no superen el 35% del sueldo neto mensual del titular. Superar ese porcentaje expone al deudor al peligro de no poder hacer frente a los pagos si surge un imprevisto económico o si aumenta el gasto en otros menesteres (como en la cesta de la compra por culpa de la inflación).

Por ejemplo, supongamos que una persona cobra un salario neto mensual de 1.500 euros y tiene vigente un préstamo sobre su coche por el que paga 200 euros al mes. Si se plantea financiar la compra de unos muebles, debe asegurarse de no abonar más de 325 euros mensuales por el crédito que pida, puesto que el 35% de su sueldo son 525 euros.

Ahora bien, no es aconsejable alargar el período de devolución más de la cuenta para reducir lo que se paga cada mes por un préstamo. Según HelpMyCash, cuanto más se tarda en devolver una deuda, más intereses se generan y mayor es el coste de la financiación. Por ello, hay que buscar un equilibrio entre una mensualidad asequible y un plazo ajustado.

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