La revalorización de las pensiones de acuerdo al Índice de Precios al Consumo (IPC) supondrá una buena noticia para 12 millones de beneficiarios de prestaciones, contributivas, no contributivas y de Clases Pasivas que verán como en 2030 sus pagas aumentan entre un 8% y un 9% -un porcentaje que dependerá de cuánto suba la inflación en octubre y noviembre. Tras un año 2022 muy complicado económicamente, jubilados, viudas y perceptores de incapacidad permanente verán como aumentan sus prestaciones entre 1.116 euros anuales -las mínimas- y 3.542 euros, las máximas.
Gracias a la subida, el próximo año habrá más pensionistas que reciban pagas de más de 3.000 euros. En la actualidad, ya hay 74.000 jubilados que cobran esa cantidad o más por los complementos de género y por los incentivos al retiro demorado. Mientras, otros rebasarán la barrera psicológica de los 1.000 euros -el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) actual- lo que reducirá en medio millón los beneficiarios que a fecha de septiembre cobran menos de esa cantidad y que en total suman, en el caso de las contributivas, 5,5 millones, casi el 55% del total. Los que superarán el tramo SMI son los que reciben 14 pagas de entre 850 y 900 euros brutos.
Cuánto subirán las pensiones en 2023
La cantidad en la que aumentarán las pensiones se determina sumando el Índice de Precios al Consumo anual (IPC) entre noviembre y diciembre y dividiendo esa cantidad por 12. Los datos que ya se conocen -oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE)- que son los de diciembre de 2021 y los nueve primeros meses de 2022 ya suponen un incremento del 8,8%. En 2022 las pensiones aumentaron el 2,5%, más una paguilla de 250 euros de media que se abonó el pasado marzo.
Con el objeto de complementar las prestaciones contributivas más bajas, la Seguridad Social, que capitanea el ministro José Luis Escrivá dedica cerca de 500 millones de euros. Las de jubilación requiere una media de 230 euros para llegar para que los retirados llegan a unos mínimos que en muchos casos siguen estando por debajo del SMI. Casi uno de cada cuatro de los beneficiarios de prestaciones de viudedad, jubilación, orfandad e incapacidad permanente -2,2 millones- requieren aportes extras para obtener una pensión mínima, que predominan entre los autónomos, que mayoritariamente cotizan muy por debajo de la media.
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