Un negocio cada vez más rentable

Menos hoteles baratos y más de cuatro estrellas: así se reactiva el sector desde la pandemia

La Covid sentó un punto de inflexión en la industria hotelera para reestructurar su oferta hacia un servicio de valor añadido, que se ha traducido en una caída masiva de hoteles de menor categoría y una mayor presencia del lujo.
El hotel Gran Lujo, en una fotografía de archivo.
El hotel Gran Lujo, en una fotografía de archivo.
The Westin Palace Madrid
El hotel Gran Lujo, en una fotografía de archivo.

La industria hotelera ha sido testigo de una rápida reactivación de su negocio desde la fuerte parálisis que sufrió su actividad durante la pandemia. Apoyados en el 'boom' de la demanda, que ha afianzado al turismo como el gran motor del crecimiento de la economía española, los hoteles cerraron en 2023 la brecha que abrió la Covid tras alcanzar un volumen de negocio cercano a los 18.600 millones de euros, un 7% superior al registrado en 2019, cuando el sector pulverizó todos los registros de facturación, según el estudio sobre establecimientos hoteleros del Observatorio Sectorial DBK de Informa.

Desde otro prisma, la pandemia ha sentado un punto de inflexión en la industria hotelera. A pesar de registrar un volumen de turistas sin precedentes, como en el caso de la llegada de viajeros internacionales, la realidad es que hay cientos de establecimientos hoteleros que no han vuelto a abrir sus puertas desde que se vieron obligados a cerrarlas hace cuatro años. En número, la cartera de hoteles operativos en España se ha reducido en 436 activos en el periodo 2019-2023, según los datos consultados en el INE. 

Pero la verdadera transformación que ha vivido el sector es la que se ve reflejada en la reestructuración de su oferta. El último informe de CaixaBank Research revela una evolución dispar entre los hoteles de mayor y menor categoría. Si bien el número de establecimientos de cuatro y cinco estrellas se ha incrementado en este periodo con 169 y 29 hoteles más respectivamente, la tendencia es totalmente opuesta en los hoteles de tres estrellas y menores de tres, cuya cantidad se ha reducido respectivamente en 93 y 541 establecimientos sin funcionamiento.

La merma de la oferta hotelera es menor si se tiene en cuenta que en los ejercicios analizados se conserva prácticamente el mismo número de habitaciones. Un hito, que los autores del informe explican en la disminución de los establecimientos de menor categoría, y por ende, de menor tamaño y oferta de habitaciones. De esta forma, el estudio evidencia un aumento en la calidad de la oferta del sector, fruto de la inversión acometida por los hoteleros para mejorar la calidad de sus servicios.

Madrid como escaparate del lujo

El auge del segmento premium se escenifica a la perfección en la capital. Durante los últimos años, las calles más emblemáticas de Madrid han presenciado un desembarco de las cadenas hoteleras más exclusivas, animadas por la llegada de más turistas internacionales y de alto nivel económico. "En los últimos años el 60% de las plazas que se han creado son de cuatro y cinco estrellas", destacó la concejala delegada de Turismo de Madrid en un acto público reciente. Marriot, Hyatt, Hilton o Four Seasons son algunas de las cadenas del sector que han redoblado su apuesta por esta ciudad en los últimos tiempos.

La ocupación y los precios disparan la rentabilidad

El balance de un superávit de demanda con respecto a la oferta, se traduce en una mayor tasa de ocupación. De acuerdo con el mismo estudio, en el promedio del último ejercicio se ocuparon el 67,5% de las habitaciones disponibles, frente al 65,8% registrado en el año previo a la pandemia. En el desglose mensual, la comparación se iguala en temporada alta, ya que en ambos años se ha registrado en torno al 75% de ocupación. Esto desvela una mayor tendencia a la desestacionalización, con una ocupación más fuerte en el resto de los meses del año.

La lógica dice que una mayor ocupación se salda en una rentabilidad más elevada. En el marco de un volumen de facturación récord, el sector recaudó de media 105,1 euros por habitación disponible, medidos en el índice RevPAR que la industria hotelera utiliza para valorar el rendimiento financiero de un establecimiento o una cadena. La cifra es significativamente mayor que en años anteriores. Pues en 2022 se saldó en 90,4 euros y em 2019 en 88,5 euros, tal y como refleja el barómetro hotelero elaborado por STR Y Cushman & Wakefield.

Para los expertos, la mayor rentabilidad está principalmente impulsada por la demanda y el encarecimiento de los precios. Pues el coste medio diario de dormir en un hotel (ADR) ascendió en España hasta 144 euros en 2023, en contraste con los 133 y los 118 euros en los que se situó en 2022 y 2019. "Esta subida debe enmarcarse en un contexto de alta inflación y tipos de interés altos que, junto a la fortaleza de la demanda, sigue presionando al alza el ADR. La previsión es que los precios alcanzados estén cerca del techo de crecimiento", subraya Albert Grau, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España.

Pero el arranque de 2024 muestra que lejos de moderarse, los precios siguen al alza. Según los datos correspondientes al primer trimestre del mismo análisis, el ADR alcanzó los 134,6 euros a escala nacional, lo que representa un incremento del 11,7%. Este crecimiento ha permitido a los hoteleros seguir aumentando la rentabilidad de su negocio con 92,1 euros de ingresos por habitación disponible, un alza del 17% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Redactor Economía / Portadista

Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y enfocado en un primer momento a la modalidad deportiva, he transitado por medios como Diario AS o ADG Media hasta aterrizar en La Información, donde aprendo día tras día mientras realizo funciones de portada y redacto noticias de actualidad.

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