El método SMART es una metodología enfocada en establecer objetivos de una manera inteligente, de forma que pueda ser más sencillo llegar a alcanzar esa meta. Para ello, es importante que se definan los objetivos usando una serie de criterios que se corresponden con el acrónimo en inglés de este sistema: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y sujetos a un periodo determinado de tiempo. Así, se trata de tratar de centrarse en alcanzar unos objetivos, pero también seguir una estrategia con unos plazos concretos.
Esta metodología ha ido adquiriendo popularidad en los últimos años, dado que, a través de ella, es posible, definir, ejecutar, seguir y llegar a alcanzar un proyecto, todo ello gracias a poder establecer una serie de objetivos concretos. Poder llegar a alcanzar esa meta final o fracasar en el intento, dependerá todo del planteamiento a seguir y de haber optado por determinar un plazo realista. Existen muchos objetivos para los cuales es aconsejable recurrir a este método, que van desde ahorrar para la jubilación hasta hacerlo para las vacaciones o para comprar una vivienda, entre otros.
Los objetivos SMART son las metas que se establecen a través de esta metodología, debiendo los objetivos ser específicos (tener claro para qué se desea ahorrar), medibles (que haya una meta final, pero también metas mensuales que vayan acercándote al objetivo final) y alcanzable (debe ser un fin que esté a tu alcance, que sea realista).
También debe ser un objetivo relevante, es decir, lo suficientemente importante para ti, ya que así tendrás una razón de peso para no dejar de lado las metas de ahorro y seguir motivado para llegar a alcanzarlo; y temporal, fijando un plazo que también debe ser realista para poder llegar a alcanzarlo, fijando al mismo tiempo una serie de submetas diarias o mensuales que te ayuden a conseguirlo.
Cómo usar la metodología SMART para ahorrar
Para ahorrar dinero hay que seguir un plan que requiere de esfuerzo y dedicación, y aunque existen muchos métodos de ahorro, es conveniente ajustar el método SMART a cada uno de ellos para estar más cerca del objetivo.
Para empezar, hay que definir la cantidad exacta de dinero a ahorrar, que dependerá de la finalidad para la que esté destinado, para seguidamente hacer un seguimiento de esos ahorros cada cierto tiempo, siendo recomendable fijar una serie de objetivos diarios. Además, esa meta de ahorro debe ser realista y adaptarse a tu capacidad financiera actual. Para ello, hay que analizar ingresos y gastos y comprobar el dinero que se puede reservar para conseguir esa meta.
Por otro lado, el motivo de ahorro debe ser importante para la persona que lo va a llevar a cabo, de forma que pueda merecer la pena el esfuerzo y que sea más sencillo deshacerse de los gastos hormiga y gastos vampiro. Por último, se debe fijar una fecha límite para llegar al objetivo.
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