La Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, entró en vigor el 2 de marzo del año 2023 con una serie de obligaciones para las empresas, una normativa que incluye una serie de políticas, procedimientos y acciones que están diseñadas para promover la inclusión y la igualdad de oportunidades dentro de una organización. Así, se busca prevenir la discriminación por razones de identidad de género, orientación sexual o expresión de género.
El Plan LGTBI viene establecido en el marco de la Ley Trans, obligando a su implementación a aquellas empresas con más de 50 trabajadores. Este plan debe abordar de forma concreta la prevención del acoso a través de un protocolo claro y efectivo que permita combatir cualquier forma de violencia o discriminación. Asimismo, debe promover la igualdad de oportunidades, reconociendo y valorando la diversidad en la plantilla.
A diferencia de lo que sucede con el Plan de Igualdad entre hombres y mujeres, el Plan LGTBI es configurado como un documento específico, a través del cual se buscan atender las particularidades y desafíos a los que se debe enfrentar el colectivo LGTBI en el entorno laboral.
Según la ley, este plan debe ser pactado mediante una negociación colectiva y acordado con la representación laboral de los trabajadores, así como incluir un protocolo contra el acoso. El incumplimiento de la Ley Trans lleva asociadas diferentes sanciones económicas para las empresas, de manera que, si no se cuenta con un protocolo LGTBI o no se ha impartido la formación de sensibilización oportuna, las multas pueden variar entre los 200 y los 150.000 euros, en función de si se consideran infracciones leves o muy graves.
Cómo implementar el Plan LGTBI
La implementación del Plan LGTBI supone pasar por diferentes fases, siendo la primera de ellas la de elaborar un análisis acerca de la diversidad e inclusión LGTBI en la empresa, una información a partir de la cual se podrá elaborar un plan de diversidad de acuerdo a la Ley Trans.
Con los datos recogidos será el momento de elaborar un plan de actuación LGTBI en el que se pongan en práctica las políticas y acciones planificadas. Debe ser un plan integral que incluya políticas de formación y sensibilización en diversidad, además de medidas específicas para promover la inclusión, sin olvidar el protocolo que ayude a prevenir, detectar y actuar ante casos de discriminación.
De igual modo, habrá que realizar un seguimiento continuo del plan para garantizar su eficacia y realizar los ajustes pertinentes si es necesario. Los planes y protocolos deben atender tanto casos sobre identidad de género como de orientación sexual.
De esta forma y, a modo orientativo, el Plan LGTBI debe incluir un diagnóstico detallado de la situación, un protocolo frente al acoso contra las personas de este colectivo, compromiso de formar a toda la plantilla en materia de diversidad sexual, incorporar elementos de lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones de la empresa y un procedimiento para la denuncia de casos de acoso motivados por la identidad sexual, orientación sexual o la expresión de género.
Asimismo, se debe implantar en la empresa un día que se dedique a la diversidad y que coincida con las celebraciones del colectivo LGTBI, acciones de información y sensibilización que promuevan un entorno de respeto a la diversidad, un modelo de recolección de datos de control y seguimiento de la aplicación del protocolo, y la creación de un plan de comunicación para la divulgación del protocolo a todos los trabajadores de la empresa.
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