La reducción de la jornada laboral genera caos en el campo y obligará a reinventar su funcionamiento

El Ministerio de Trabajo quiere establecer el máximo legal en 38,5 horas semanales antes de que acabe el año y rebajarlo a 37,5 para 2025, lo que forzará al sector a renegociar la mayor parte de los convenios colectivos.
La reducción de la jornada laboral genera caos en el campo y obligará a reinventar su funcionamiento
La reducción de la jornada laboral genera caos en el campo y obligará a reinventar su funcionamiento
COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS
La reducción de la jornada laboral genera caos en el campo y obligará a reinventar su funcionamiento

Lejos de la imagen que plasmaran los pintores realistas de finales del siglo XIX Luis Jiménez Aranda, Sorolla, o un jovencísimo Picasso, el campo español convive cada vez más con la tecnología más puntera y la modernización llega hasta el último rincón. Los cambios son constantes y el sector ya se prepara para el que se espera que llegue en los próximos meses: la reducción de la jornada laboral que actualmente está siendo objeto de debate entre el Ministerio de Trabajo, las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos UGT y CCOO. El plan del Gobierno afectaría de pleno al campo que se vería obligado a adaptar la gran parte de sus convenios colectivos, según la estadística oficial. 

El acuerdo de coalición suscrito por PSOE y Sumar recoge la que fue la medida más destacada de la campaña electoral de la a su vez titular de Trabajo, Yolanda Díaz. El texto recoge el compromiso de establecer el máximo de 38,5 horas semanales -en cómputo anual- en 2023, para pasar a 37,5 horas en 2025. Los negociadores sociales se darán cita de nuevo este lunes y existe la posibilidad de que concluya la conversación, dado que parece imposible que los empresarios se sumen a un acuerdo ante la negativa del Gobierno a elevar las horas extra o establecer un periodo transitorio para los sectores que se verán más afectados, como el campo.

Los negociadores sociales se darán cita de nuevo este lunes, aunque parece imposible que los empresarios se sumen a un acuerdo que no eleva las horas extras ni un periodo de transición

El responsable del Sector Agrario en Comisiones Obreras Industria (CCOO Industria), Vicente Jiménez, explica que en el campo se suele cobrar por hora trabajada sobre la base de un determinado número de jornadas anuales. Por lo que una reducción de la jornada laboral, de 40 a 37,5 horas semanales en 2025, conlleva a un aumento del precio por hora trabajada. Para el secretario del sector agroalimentario de UGT Fica, Sebastián Serena, "la reducción de jornada puede ser una oportunidad para revisar los convenios y adaptarlos a la jornada máxima legal". Sin embargo, el representante de UGT, habla de  "falta voluntad" para cumplir esta misión ¿imposible?: En el campo rigen 61 convenios diferentes. "Y un porcentaje importante está bloqueado o con una negociación sin terminar", matiza Serena quien dibuja una casuística muy amplia. 

Preguntado el responsable de Sector Agrario en CC.OO Industria, si la reducción de jornada puede influir en la contratación, Jimenez sostiene que "si se paga más, haces más atractivo el campo" aunque admite que se trata de un trabajo duro. En esta línea, lamenta la diferencia de condiciones respecto a otros empleos similares en Francia durante la vendimia. Serena (UGT) también rechaza el argumento de que la reducción de jornada conduzca a un aumento de costes, y recuerda que hay otras variables como la productividad y la tecnología. En esta línea, el responsable del sector agroalimentario en UGT Fica, sostiene que la solución en muchos casos puede estar en "una buena distribución de la jornada laboral" y rechaza la necesidad de acudir a las horas extras. De cualquier forma, tanto Jiménez como Serena (UGT), están de acuerdo en que pronto habrá que negociar sobre los convenios.  

La reforma une a un campo dividido 

Las principales organizaciones agrarias han aparcado el cisma que las divide tras las 'tractoradas', y han hecho oír su voz esta semana para criticar la falta de interlocución directa con Trabajo y Seguridad Social. En Asaja, vinculada a CEOE, su director general Juan José Álvarez opina que se trata de "una reforma nefasta para el campo" y pide que se tengan en cuenta aspectos como "el incremento de los costes y de la Seguridad Social" por la subida del Salario Mínimo. En este sentido, Álvarez cree que una reducción de la jornada representará "más dificultades" para encontrar mano de obra y que "dinamita los equilibrios internos de los convenios vigentes". 

"La reducción de jornada puede ser una oportunidad para revisar los convenios y adaptarlos a la jornada máxima legal", Sebastián Serena (UGT) 

Una opinión similar tienen en COAG, donde su responsable de relaciones laborales Andrés Góngora, recuerda que "el trabajo en el campo se concentra en muy poco tiempo y depende de las condiciones climáticas". Por su parte, el coordinador estatal de Unión de Uniones Luis Cortés, habla sin tapujos de "cambiar convenios" y alerta contra la falta de viabilidad de muchas explotaciones agrícolas: "Como se vio en las manifestaciones de febrero, la rentabilidad es muy ajustada y, en muchos casos, se está viviendo por debajo de costes de producción", apunta.

"Necesitaremos más gente para hacer lo mismo" 

Plácido Pérez, productor de sandías y de brócoli en Murcia, no oculta su preocupación cuando se le pregunta por la reducción de jornada. "No nos gusta, pero acataremos las normas por supuesto. Necesitaremos más gente para hacer lo mismo", asegura este agricultor nacido en Francia, quien recuerda que cultivos como el brócoli obligan a necesitar más operarios en momentos puntuales. "Ya no es como antes, con una azada, ahora hay tractores, se hace jornadas intensivas, les llevamos agua fresca, en los picos de calor no vienen...", señala Pérez. Este agricultor murciano explica que contrata de media unos 20 operarios durante las diferentes campañas, y resalta que son los mismos peones quienes les piden trabajar más: "Ellos quieren echar horas y ganar más dinero, no echar menos", comenta. En su opinión, la reforma puede hacer más difícil que la actividad en el campo sea rentable y cree que pronto llegará el momento de negociar con los sindicatos.

"Los operarios quieren echar horas y ganar más dinero, no echar menos", Plácido Pérez (agricultor, Murcia) 

"El tema está en si lo puedo repercutir a mi producto"

Unas sensaciones similares se pueden entresacar de las palabras Pedro José Gómez, ganadero en Pétrola (Albacete) y cuya explotación cuenta con 700 ovejas, así como un campo con cultivos como el cereal. A su juicio, la reducción de jornada "nos perjudica" y se pregunta cómo se podrán organizar en el futuro. "A mi me parece todo bien, cuanto mejor estén los trabajadores, el tema está en si lo puedo repercutir a mi producto. Ahí está el problema", subraya este productor quien cita el caso del aceite de oliva. "No está dando unos beneficios que podamos repercutir en los trabajadores, en los que van a podar los olivos, escardar, a tratar...", concluye Gómez.

Periodista y politóloga por la URJC. Máster en Derecho Parlamentario, Elecciones y Estudios Legislativos. He pasado por las redacciones de elDiario.es y Europa Press antes de llegar a La Información, donde sigo la actualidad laboral.

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