El auge de viajeros internacionales en España extiende el 'efecto champagne' en el sector turístico, que se reactiva a un ritmo 'récord' tras la pandemia que dejó desiertas las habitaciones de los hoteles. Mientras los hoteleros, a través de la asociación CEHAT, sitúan al turista extranjero como el motor de la demanda en verano, la patronal turística Exceltur avista una moderación en el crecimiento del turismo nacional basándose en la pérdida de dinamismo que ha sufrido durante los meses de primavera.
El balance que los empresarios del sector turístico presentaron recientemente muestra una desaceleración de la recuperación de la demanda española, reflejada en un leve avance interanual del 0,4% en noches en la oferta alojativa reglada de marzo a mayo. Un progreso, que no se acompasa del notable crecimiento que experimentan los principales indicadores de movilidad interior en España. Los datos consultados en el INE referentes al mismo periodo apuntan a fuertes aumentos de pasajeros en trenes de alta velocidad (+46%), autobuses de larga distancia (+34%) y vuelos interurbanos (+27%).
Para Óscar Perelli, director de estudios e investigación de Exceltur, esta disyuntiva tiene su explicación en el auge de los viajes interiores de los españoles a viviendas propias: "Se está trasladando más al uso de viviendas de segunda residencia y de familiares y amigos, que es la modalidad que más está creciendo en la demanda española". Los empresarios del sector explican como esta tendencia de alojamiento está cogiendo fuerza en un escenario de moderación de la demanda nacional explicada casi en su totalidad por el efecto de los mayores precios de los establecimientos hoteleros.
A medida que las agencias de viaje perciben profundos cambios en los hábitos de los turistas nacionales por el impacto de la subida del precio en los hoteles en forma de estancias más cortas y más antelación a la hora de reservar, la industria turística señala al fenómeno de las segundas residencias, favorecidas por las condiciones laborales cada vez más flexibles gracias a la consolidación del teletrabajo tras la Covid-19.
Una red de casi tres millones de viviendas
Algunos gestores inmobiliarios como Aldara analizan como la llegada de la pandemia, además de asentar el teletrabajo, repuntó el interés de los españoles por las segundas residencias. "Con las restricciones de movilidad y la necesidad de espacios más amplios y seguros, muchos españoles han optado por adquirir segundas residencias. En sólo dos años, la compra de este tipo de inmuebles se ha incrementado en un 44%, casi duplicándose respecto a los niveles anteriores a la pandemia. Este aumento ha tenido un efecto dominó en el mercado inmobiliario, incrementando los precios y la demanda en ciertas áreas", explican desde el portal.
Según el INE, 2,9 millones de hogares españoles declaran tener una segunda residencia en propiedad, siendo Alicante, Málaga y Valencia las provincias más concentradas con una quinta parte del total. En la misma línea destaca como en regiones céntricas como Madrid, ocho de cada diez hogares que poseen una vivienda secundaria la tienen en otra comunidad autónoma. Sobre estos datos, actores del sector como Inmobiliarias Encuentro estiman que casi 1,2 millones de estos hogares pasan 60 días o más en estas segundas residencias.
En esta coyuntura, otra de las tendencias observadas este año en el mercado de segundas residencias es el mayor peso que están cobrando los compradores (59%) en comparación con los inquilinos (41%), cuando doce meses atrás la brecha se extendía al 54-46% respectivamente. Este variación de los patrones extraída del análisis 'Perfil del demandante de segunda residencia' que realiza cada año Fotocasa Research, reside en "los altos precios del mercado del alquiler, que le llevan a moderar su volumen", tal y como explica la portavoz del portal, María Matos.
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