La mitad de los españoles no cree que el tope al gas, la principal medida del Ejecutivo de Pedro Sánchez para reducir la factura eléctrica, sirva para rebajar el precio de la electricidad de los hogares, según se desprende del último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecha pública hoy -por el lunes-. La medida, que empezará a funcionar a partir de este martes tras ser autorizada por Bruselas el pasado miércoles y publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE) el jueves, trata de ser un revulsivo ante unos precios eléctricos disparados y frente a un nuevo nubarrón, a partir de la amenaza de Argelia de cortar el suministro o elevar los precios del gas a España por la estrategia de Sánchez en cuanto al Sahara.
El pesimismo de los españoles contrasta con el discurso optimista del Ejecutivo, que está convencido que durante los próximos 12 meses de vigencia de la iniciativa, las facturas de las familias y las empresas bajará. También se apunta que protegerá a los españoles de la volatilidad de los precios del gas en los mercados internacionales. El mecanismo ibérico es una medida extraordinaria que se justifica por la escasa interconexión de la Península Ibérica con el resto de Europa, que supone una desventaja para su integración en el mercado europeo. Pese a todo, un porcentaje muy elevado de los encuestados está muy de acuerdo o bastante de acuerdo con la puesta en marcha de la iniciativa y algo menos del 9%, en contra.
Según se desprende de la encuesta, la subida de las tarifas energéticas aparece mencionada por el 4,6% de los sondeados como un problema nacional, frente al 5,1% del mes anterior, cayendo casi a la mitad respecto del 8,3% que se anotó en abril. En cuanto a la crisis económica, sube el pesimismo y hasta un 45% de los españoles consideran la situación económica nacional un problema, frente al 39% de mayo, seis puntos porcentuales más. En cuanto a la preocupación sobre los efectos de la pandemia -salud y economía y empleo-, apenas un 21,8% aseguran están más alarmados por la sanidad, frente un 59,3% reconoce que están especialmente preocupados por efectos económicos y en materia laboral.
El barómetro del organismo que preside Félix Tezanos también recoge estimación de voto de cara a las elecciones generales, que en principio se celebrarán el próximo año, y apunta un retroceso de un punto del PP de Alberto Núñez-Feijóo y del PSOE de Pedro Sánchez con respecto a la encuesta anterior, aunque este último recorta ligeramente su ventaja frente a los 'populares'. Así, los socialista se dejan 1,1 puntos porcentuales, hasta el 29,2% de los votos, y el PP retrocede en solo un mes 1,7 puntos, logrando un respaldo del 27% de los electores. El líder del PP inspira más confianza que el del PSOE, 34,5% frente al 29%. Hasta el 68,8% de los ciudadano reconoce que Sánchez no le inspira confianza o poca.
Por su parte, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que había quedado como única dirigente política que aprobaba en los barómetros del CIS, ha bajado hasta una nota media de 4,91 puntos en la última encuesta difundida, si bien sigue siendo la más valorada en un contexto en que ningún líder llega a 5. La vicepresidenta segunda, que hace justo un año entró en los muestreos del CIS como la política mejor considerada y una puntuación de 4,6, mantiene el puesto en junio, seguida del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pero ya no supera los más de 5 puntos que había conseguido mantener en los últimos meses (5,05 en mayo).
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