Hacerse con un premio millonario jugando a la Lotería es, probablemente, el deseo más repetido a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, hacerlo realidad está solo al alcance de unos pocos. La felicidad de saber que los problemas económicos han desaparecido al ingresar en cuenta un bote millonario es precisamente la sensación que ha celebrado por todo lo alto una joven pareja tras recibir la notificación de que habían ganado en el Euromillones un bote de 212 millones de euros. Pese a la alegría inicial, cuando creían que su vida había dado un giro de gran fortuna, el sueño se volvió una pesadilla.
En 2021, la estudiante universitaria Rachel Kennedy recibió una notificación por parte de la administración nacional de lotería del Reino Unido. Sus números, que llevaban jugando minuciosamente cada semana, habían resultado ganadores. La pareja, emocionada, no podía creer que su futuro juntos estuviera a punto de cambiar radicalmente gracias a un golpe de suerte. Sin embargo, como ellos mismo contaron en 'The Mirror', pronto despertaron de ese bonito sueño.
Jugar siempre los mismos números en la lotería
Jugar siempre los mismos números es la práctica habitual de muchos, pero puede ser un arma de doble filo, ya que si alguna semana no echas la lotería, puede que esa combinación resulte ganadora y eso sea un duro golpe de mala suerte. Y eso es lo sufrieron Rachel y Liam.
Tras llevar un par de horas planificando su nueva vida, esta joven pareja vio como un fallo técnico destrozó sus esperanzas. Rachel había jugado los mismos números durante cinco semanas consecutivas a través de una aplicación de loterías. Los números finalmente aparecieron como los ganadores del gran premio. Pero, cuando intentó confirmar su premio, descubrió la devastadora verdad: su boleto no había sido comprado debido a un fallo técnico.
Este error se debió a un problema con su cuenta bancaria, que no tenía fondos suficientes en el momento de la compra automática del boleto. A pesar de recibir notificaciones que indicaban que su boleto había sido comprado exitosamente, la realidad era que no había participado en el sorteo. La pareja, naturalmente, quedó devastada al descubrir que su nueva fortuna era, de hecho, inexistente.
La pareja, aunque inicialmente se mostró totalmente desconsolada, ha intentado mantener una actitud positiva. Rachel, en particular, ha expresado su intención de seguir jugando, esperando que la suerte finalmente esté de su lado. A pesar de no ganar el premio, ambos han recibido una lección valiosa sobre las expectativas y la realidad en el mundo de los juegos de azar… Y sobre la importancia de verificar cada semana que existen fondos en la cuenta bancaria en la que tienes domiciliadas las apuestas automáticas.
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