El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha enviado a Bruselas la actualización de la estrategia para la rehabilitación energética de la edificación. Es la pata que faltaba en los planes para la descarbonización de la economía hasta 2050 que diseña la vicepresidenta cuarta Teresa Ribera. La estrategia, centrada en el ahorro de energía y el fin de los hidrocarburos, recoge una previsión llamativa: el peso de las renovables en el sector residencial, de un 18,1% en 2020, se situará en el 18,4% en 2050. Eso sí, la electrificación -sin detalle de origen- subirá del 39,9% actual al 86% en las próximas tres décadas. Aunque el Ministerio no lo precisa en el documento, un portavoz del departamento asegura que el aumento de la electrificación también se debe a las renovables.
Para España, la rehabilitación de viviendas es una cuestión sensible. Hay 26 millones de viviendas construidas antes de 2007. La inmensa mayoría son energéticamente ineficientes. Y peor aún: la mitad del parque es anterior al año 1980 y fue construido sin normativa de eficiencia energética. El resto, excepto quizá las terminadas en la última década, tienen un aislamiento muy pobre.
Con las gafas de mirar el largo plazo, la estimación del ministerio que dirige José Luis Ábalos (página 202 del documento enviado a Bruselas) adelanta una congelación de la penetración renovable en el sector residencial entre 2020 y 2050. No obstante, el modelo pronostica que las renovables crecerán ligeramente hasta 2030 (desde el 18,1% al 23,4%), para luego decrecer.
Fin de las energías fósiles
"En términos absolutos", detalla la estrategia para la rehabilitación,"lo más relevante es la desaparición de los 78.448 GWh de energías fósiles de 2020 en 2050, que se realiza gracias a un importante esfuerzo de ahorro por incremento de la eficiencia (-64.154 GWh) y al incremento de la electrificación aproximadamente en un 28%, mientras que las energías renovables también tienen una reducción del 35,3%".
En el sector terciario de la edificación (locales, centros de negocio, naves...) la penetración de las renovables será mayor en las próximas décadas. Pasará del 2,1% actual al 8,5% en 2050, con un proceso de electrificación que prácticamente se duplicará y llegará al 91,5% en el periodo que considera el documento. La estrategia aborda también el futuro de un elemento fundamental en la edificación: la calefacción, la gran fuente de emisiones en las grandes ciudades. La principal conclusión es que las energías fósiles se mantendrán al menos hasta 2050.
El documento (página 308), lo deja claro: "El Gas Natural -que en la actualidad es la segunda fuente más importante para calefacción- tendería a desaparecer como el resto de las energías fósiles hacia 2050". Mientras tanto, seguirá teniendo un papel destacado. "En la década de 2020-2030", añade, " el gas natural actuaría como vector intermedio para algunas sustituciones de otros equipos más ineficientes u otros combustibles fósiles a eliminar con más rapidez (carbón, gasoil o GLP)".
Directivas comunitarias
El Ministerio de Transportes detalla en la presentación de la estrategia que la iniciativa responde a las exigencias de la normativa comunitaria. En concreto, alude a la Directiva (UE) 2018/844. Esa norma establece que cada Estado miembro debe elaborar una estrategia a largo plazo para apoyar la renovación de sus parques nacionales de edificios residenciales y no residenciales, tanto públicos como privados, transformándolos en parques inmobiliarios con alta eficiencia energética y descarbonizados antes de 2050, facilitando de paso la transformación económicamente rentable de los edificios existentes en edificios de consumo de energía casi nulo.
Lo que no detalla el ministerio es que la directiva comunitaria todavía no ha sido traspuesta a la legislación española. De hecho, España incumple desde el 10 de marzo el límite de año y medio fijado para la incorporación. La norma comunitaria contiene novedades importantes como la obligación de mantener puntos de recarga para vehículos eléctricos en los espacios de aparcamiento de los edificios y la promoción de aplicaciones inteligentes para gestionar de forma activa la demanda.
Con la estrategia de rehabilitación, el Gobierno completa el plan para la descarbonización que se apoya también en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y el proyecto de ley de Cambio Climático. El PNIEC tiene como uno de sus objetivos clave una reducción prevista del consumo de energía primaria de casi un 40% en 2030 y la palanca para lograr el objetivo es, precisamente, actuar con decisión en la rehabilitación del parque de viviendas. En la práctica, el plan presentado por el Gobierno prevé mejorar la envolvente térmica de 1.200.000 viviendas hasta 2030.
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