El mercado brasileño se ha consolidado como el principal escaparate para que Aena haga gala de su potencial en la escena internacional. Tras irrumpir en 2020 en el cielo brasileño con la gestión de seis aeropuertos en el nordeste del país (ANB), el operador español redobló su apuesta dos años después al adjudicarse la concesión de un bloque de once aeropuertos ubicados por todo el país (BOAB). Bajo la marca Aena Brasil, estas once instalaciones se fueron integrando gradualmente en su perímetro hasta alcanzar una cuota del 20% del tráfico aeroportuario de toda la región en el conjunto de los dos bloques a finales del año pasado.
Seis meses después de culminar la integración, la entidad semipública se ha adueñado de más de un tercio del tráfico de pasajeros de origen. Según los datos facilitados por la compañía, los aeródromos que están bajo su gestión han registrado más de 20,6 millones de pasajeros durante el primer semestre de 2024, lo que supone un 7,6% más que en el periodo comparable del ejercicio anterior.
Por tráfico, el aeropuerto más destacado de Aena ha sido Congonhas. El aeródromo situado en São Paulo se ha posicionado como el segundo más transitado del país tras recibir 10,9 millones de pasajeros, un 7% más que los registrados durante los mismos meses del año pasado. Su ubicación le ha situado como una de las principales puertas de entrada al país sudamericano, afianzándole como la joya de la corona del ramillete de infraestructuras que la división del grupo presidido por Maurici Lucena gestionará durante los próximos treinta años (con opción de ampliarse cinco más).
En el marco de su expansión internacional, desde el operador español se ha puesto el foco en exprimir el potencial de mercados en auge como el brasileño. Reflejo de su apuesta han sido los 4.500 millones de reales brasileños (valorados en 832 millones de euros en marzo, fecha del anuncio) que la gestora aeroportuaria invertirá durante los próximos tres años en el bloque de once aeropuertos recientemente adjudicados.
Según reveló la compañía durante una presentación reciente, el proyecto comprende la ampliación y modernización de las instalaciones de los once aeropuertos. Las obras más ambiciosas estarán en Congonhas, donde el grupo pretende levantar una nueva terminal de pasajeros que duplicará el tamaño de la actual bajo el abrigo de una inversión estimada en 2.000 millones de reales brasileños (370 millones de euros). En este caso, Aena espera que las obras comiencen en los próximos meses para estar culminadas en 2028.
Tal y como refleja la actualización del plan estratégico de la compañía para el periodo 2022-2026, tras haber finalizado con éxito las inversiones obligatorias en los seis aeropuertos brasileños que se adjudicó antes de la irrupción de la pandemia, los esfuerzos se concentran en optimizar la capacidad del segundo lote de aeropuertos adjudicados en concesión. "Desde nuestra llegada a Brasil hemos destinado, entre inversiones y donaciones, 12.000 millones de reales (2.200 millones de euros) hasta finales de 2028", esgrimió Santiago Yus, director general de Aena Brasil, durante su intervención en la presentación de las reformas.
Foco en su expansión internacional
A la espera de conocer el rendimiento del negocio global de Aena en la presentación de sus resultados del primer semestre que tendrá lugar el próximo miércoles 31 de junio, las cuentas consolidadas publicadas por el gestor recogen que su negocio brasileño aportó ingresos valorados en casi 88 millones de euros en el primer trimestre, siendo prácticamente la misma la contribución de ambos lotes.
La hoja de ruta trazada por la cotizada mantiene su aspiración de que su negocio internacional genere el 15% de su ebitda al cierre de su plan estratégico, frente al 6,7% que aportó esta línea de negocio en el último ejercicio. Además de su portfolio de aeropuertos brasileños, la división internacional de Aena mantiene el control del 51% del aeropuerto londinense de Luton y administra doce aeropuertos en México, dos en Jamaica y uno en Colombia.
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