Los debates del III Foro Inmobiliario Residencial organizado este jueves por la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), apuntaron a una necesidad de mejora en la regulación de la intermediación inmobiliaria. Más del 70% de los ochenta CEOs y representantes de las grandes redes inmobiliarias y asociaciones de España allí reunidos han abogado por la necesidad de avanzar en este camino, incidiendo en dos aspectos fundamentales: la protección del consumidor y una mayor transparencia. Todo ello pese a que plantear “regular el sector da miedo porque recuerda a sectores intervenidos”, como ha señalado Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso.
Este evento está enmarcado en Inmociónate, encuentro del sector inmobiliario que ha tenido lugar los pasados 20 y 21 de junio en la ciudad de Valencia. En él, como materias concretas en las que avanzar, los directivos han destacado uno como el más relevante: la necesidad de instaurar un registro obligatorio tanto para agentes como para empresas a nivel nacional.
Pero no ha sido las únicas el III Foro Inmobiliario de UCI también ha destacado además la necesidad de que los profesionales deban poseer una formación específica evaluada por organismos oficiales. A esta demanda se suma el requisito de tener una experiencia previa para ejercer un puesto de responsabilidad o la instauración de un mecanismo para garantizar la actualización permanente de los conocimientos. Por último, los directivos consideran menos relevantes, aunque no por ello desechable, otros requisitos como un nivel mínimo de idiomas o la posesión de un título universitario.
La regulación respecto a los agentes inmobiliarios es actualmente competencia de las comunidades autónomas, en el momento actual solamente tres han aprobado el registro obligatorio de agentes inmobiliarios; Cataluña (2011), Valencia (2023) e Islas Baleares, siendo esta la última en hacerlo, en concreto el pasado mes de mayo. En otras como Andalucía está pendiente del reglamente final concreto.
El registro obligatorio de agentes
Basándose en todo esto es como la patronal de Federación de Asociaciones de Empresas Inmobiliarias (FADEI) reivindica como una de las exigencias del sector la instauración en todo el Estado de la obligatoriedad del registro para lo agentes inmobiliarios. Así lo indica su presidente Miguel Ángel Gómez Huecas, quien afirma que "más que una exigencia se trata de una necesidad del sector", que actualmente no está regulado y en el que "cualquiera" puede ponerse a vender una vivienda, lo que afecta directamente a la confianza del cliente. Un documento de este tipo debería ser tan natural como un carnet de manipulador para el representante de la patronal.
Por ello es un condición indispensable establecer un método de control obligatorio que no limite la entrada a nadie pero que sea capaz de darle una seguridad al consumidor. Exigiendo una formación básica además de un seguro de responsabilidad civil y de caución que permita realizar la actividad en condiciones de seguridad. Miguel Ángel, quien también preside la Asociación Madrileña de Empresas Inmobiliarias (AMADEI) afirma que en un tiempo el modelo terminará desembocando en que cada CCAA tenga su propio reglamento, sin embargo considera un paso indispensable homogeneizar la situación del sector en todo el país para poder evitar la desigualdad entre ciudadanos, frenar al mismo tiempo intrusismos y profesionalizarlo.
Estos cambios en el sector podría darse tomando como base mecanismos ya operativos en algunas como Registro de Agentes Inmobiliarios de Canarias (RAIC) o el Registro de Agentes Inmobiliarios (RAIN) de la Comunidad de Madrid, en los cuales se pueden registrar todo agente inmobiliario que lo desee reuniendo una serie de requisitos como una formación básica relacionada con el sector o unas condiciones de solvencia mínimas que varían según la Región. Sin embargo, actualmente ambos tiene un carácter estrictamente voluntario.
Un sector con mala imagen
La regulación del sector inmobiliario mejoraría la imagen de un sector atacado por estudios como el publicado recientemente por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), Impacto de las inmobiliarias en el mercado del alquiler, donde analizaban que la insatisfacción de los inquilinos alquilados aumentaba cuando en la mediación del alquiler había un agente.
Según este informe un 64,9% de los alquilados que tratan con una inmobiliaria tienen alguna insatisfacción con su vivienda, frente al 53,4% de los inquilinos que tratan directamente con el propietario. Además, diferentes factores como falta de reparaciones, aumentos ilegales del alquiler o el cobro de tasas más allá del alquiler, aparecen problemas con el casero, es más común cuando la inmobiliaria ejerce de intermediario, en el 47,8% de los casos ha sido así frente al 26,8% en los que solo mediaba el casero. Esquema que se repite en otros casos presentados por el estudio como la subida de precios, la intención de cambiar de vivienda o la falta de información.
Miguel Ángel señala que aunque la figura de los agentes inmobiliario está "muy demonizada", estos ofrecen un servicio fundamental tanto para el arrendador como para el arrendatario. A lo que añade, que si la obligatoriedad se consigue aplicar con determinados requisitos, podría aportar millones de datos a un sector fundamental para el PIB y del que actualmente existe muy poca información. Una cuestión necesaria para un buen desarrollo del mercado y la aplicación de las políticas más adecuadas para este.
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