La amenaza de un impuesto a la banca en México pone en el punto de mira a BBVA

La entidad presidida por Carlos Torres tendría que hacer frente a este pago en dos de sus principales mercados, ya que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez estudia la posibilidad de convertir este gravamen en permanente.
Carlos Torres (BBVA)
La amenaza de un impuesto a la banca en México pone en el punto de mira a BBVA. 
Europa Press
Carlos Torres (BBVA)

La atención en torno a BBVA se incrementa. Desde el lanzamiento de la opa hostil sobre Banco Sabadell hace unas semanas todas las miradas han expuesto al banco azul en el punto de mira, sobre la que ahora se cierne una presión adicional. La posibilidad de que México pueda impulsar un impuesto extraordinario al sector bancario expone de manera directa a la entidad, con gran presencia en la zona. El grupo con sede en La Vela es altamente dependiente de la evolución de su actividad en el país azteca, que contribuye a la cuenta de resultados en más de un 50%. Con datos del conjunto de 2023, en los que rompió por primera vez en su historia la barrera de los 8.000 millones de beneficio, el margen de intereses se situó ligeramente por encima de los 23.000 millones.

De esta cantidad, 11.054 millones se computaron en el país situado al otro lado del Atlántico y otros 5.620 millones a nivel nacional, mientras que el resto se contabilizó en otras geografías de América del Sur, así como en Turquía. Con la suma de esta partida a las comisiones netas se obtienen los ingresos recurrentes, que ascendieron a 29.377 millones al término del pasado mes de diciembre, de los que más de 21.000 se cosecharon en estos dos mercados (13.280 millones en México y 7.785 millones en España). Esto supone que de salir adelante con un diseño similar al desarrollado por el Ministerio de Hacienda, el 70% de sus ingresos recurrentes se verían presionados por el gravamen. 

Está previsto que Antonio Manuel López Obrador, conocido por AMLO, las siglas de su nombre, abandone la presidencia de México este año. Las encuestas dan como favorita en las elecciones del próximo 2 de junio a Claudia Sheinbaum, que de llegar al poder recogerá un legado marcado por el aumento del déficit fiscal a máximos desde la década de 1980. Según ha publicado este lunes 'Financial Times', entre las posibles medidas para enderezar las cuentas públicas se contempla la opción de aprobar un gravamen 'extra' a la banca, un sector con gran predominio de los prestamistas españoles y estadounidenses. Las alternativas que se podrían barajar pasan desde restringir las deducciones fiscales a imponer una tasa sobre las ganancias. Aunque el segundo escenario es el más improbable, ya que obligaría a llevar a cabo cambios normativos, según recoge el citado diario estadounidense, no es descartable. 

BBVA es uno de los principales actores bancarios en México junto a Banco Santander, donde la firma de origen cántabro genera alrededor del 13% de todos sus ingresos a nivel mundial. Junto al oriundo Banorte se reparten la mitad de la cuota de mercado. En el caso de la entidad liderada por Carlos Torres, un tributo de estas características cobra especialmente relevancia en este momento, en el que ultima el folleto de su opa hostil contra Banco Sabadell. En este sentido, los analistas esgrimen que pone en riesgo su capacidad para mejorar la oferta. "Cualquier aumento de la carga fiscal sobre BBVA complicaría la opa", señalan desde Alantra Equities. Cabe destacar que el grupo 'opado' también cuenta con presencia en el país latinoamericano, donde acaba de relanzar su banca minorista. 

La puesta en marcha de este impuesto ha generado un alud de críticas al Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez desde su aprobación. Impulsado con un carácter temporal de dos años para ser liquidado durante 2023 y 2024, esta figura impositiva, que grava con un 4,8% los ingresos del margen de intereses y las comisiones netas obtenidas en España, se ha alargado un ejercicio más como antesala a convertirlo en permanente. La propuesta, recogida en el acuerdo alcanzado entre PSOE y Sumar para formar gobierno a finales de 2023, ha tenido mal encaje en la banca, desde la que alertan que alargar esta tasa les restará ventaja competitiva frente al resto de entidades de la eurozona. 

La principal queja radica en el hecho de que será el único país bajo el paraguas del BCE en el que los bancos tendrán que asumir esta carga más allá de 2024 y además lo afrontarán en un contexto marcado por el riesgo geopolítico, así como por la expectativa de bajada de los tipos de interés, que repercutirá directamente en el negocio. Desde la visión de los analistas, las advertencias vienen por el lado de que puede perjudicar el atractivo inversor al limitar el reparto de dividendo y frenar la atracción de capital en el medio plazo a los afectados, entre los que figuran los seis grandes (BBVA, Banco Santander, CaixaBank, Bankinter, Banco Sabadell y Unicaja). 

Durante el ejercicio pasado los pesos pesados desembolsaron 1.109 millones por este concepto, el 4,2% de su beneficio total. De cara a este 2024, éstos ya han descontado el pago de las cuentas del primer trimestre, que asciende a más de 1.478 millones. De este montante, el grueso corresponde a CaixaBank (493 millones), así como Banco Santander (335), BBVA (285), Sabadell (192), Bankinter (95) y Unicaja (78). De materializarse la integración entre BBVA y Sabadell, el nuevo grupo resultante tendría que hacer frente a un pago de 478 millones tomando como referencia las últimas cifras, que sumado a las posibles obligaciones en México repercutiría directamente en su beneficio a futuro. 

Redactora Banca y Seguros

Graduada en Periodismo y Economía. Decidí hacer este doble grado para poder combinar mis dos pasiones: la información económica. En noviembre de 2021 aterricé en la mesa de 'La Información' donde me he curtido cubriendo una guerra a las puertas de Europa, una inflación inédita en décadas y la subida de los tipos de interés. Tras mi paso por la sección de Mercatia, ahora escribo de banca y seguros.

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