Argelia ha decidido de manera firme y rápida cerrar la puerta al comercio y a las inversiones españolas. Tras la ruptura por parte del país norteafricano del Tratado de Amistad entre las dos naciones, que supone en la práctica en fin de las relaciones, los pasos seguidos hasta ahora por el Gobierno de Argel, a raíz del acercamiento entre España y Marruecos sobre el futuro del Sahara, parecen evidenciar que nada será como antes, al menos en materia económica. El pasado junio, Argelia decidía nacionalizar la construcción, gestión y mantenimiento de las desaladoras en proyecto, un negocio clave en el que participaban activamente multinacionales españolas, que controlan siete de las 11 plantas ya construidas.
El 'cerrojazo' supondrá además no participar en el plan hídrico del país, que moverá más de 6.500 millones de euros y que solo en proyectos relacionados con desalación, abastecimiento de agua potable y tratamientos de aguas residuales contempla 2.500 millones de euros, pero el bloqueo de las desaladoras no es ni será el afecte que directamente a España. Así, el pasado mes de julio, Argelia decidía, junto a un consorcio de empresas públicas chinas, explotar la mina de Gara Djebilet, situada en la provincia de Tinduf, en la que están ubicados los campos de refugiados saharauis, y territorio de alta tensión entre los dos vecinos magrebíes.
Pese a que la mina fue descubierta hace 70 años, no ha sido hasta precisamente ahora cuando se ha decidido abrirla, para explotar una reserva estimada de 3,5 billones de toneladas de mineral de hierro, lo que la convierte en uno de los principales yacimientos del mundo. El plan situará al país, que actualmente produce apenas cinco millones de toneladas anuales de hierro y acero, en líder en la industria siderúrgica y metalúrgica de África. El ministro argelino de Industria y Minas, Mohamed Arkab, reconocía que el proyecto permitirá cubrir toda la actividad de transformación del hierro en el país y evitar un gasto de 1.900 millones de euros en la importación de este producto. Hasta ahora, un 8% de las ventas de España a Argelia eran de hierro y acero y sumaban en torno a 250 millones de euros.
La buena noticia es que la empresa china Sinosteel, encargada del estudio y la viabilidad de la inversión, ha subcontratado a la española Idom
La Sociedad Nacional del Hierro y del Acero de Argelia (Feraal) ha alcanzado un acuerdo con la compañía estatal china Sinosteel para llevar a cabo el pre-estudio y el estudio de viabilidad de la inversión para la explotación del depósito de mineral de hierro de Gara Djebilet. En este caso, la buena noticia es que la empresa española de consultoría, ingeniería y arquitectura Idom ha logrado que la compañía china la contrate para desarrollar una parte importante del proyecto inicial.
El proyecto incluye no solo el diseño de la planta, también de las infraestructuras necesarias para realizar el transporte del mineral. La distancia es uno de los principales inconvenientes del plan, ya que hará perder rentabilidad y obligará a construir una vía férrea de hasta 800 kilómetros con destino a los lejanos puertos de Orán y Mustaganem, como lo es la necesidad de reducir el contenido de fósforo -de 0,8% a 0,1%- en el mineral de hierro. Hasta ahora, tres empresas chinas -China International Water & Electric, Heyday Solar y Metallurgical Of China- trabajan en el proyecto de extracción de mineral de hierro de Gara Djebilet, que requerirá una inversión inicial de 1.900 millones de euros.
La apertura de la mina ha abierto un nuevo frente entre Argel y Rabat, que había acordado su desarrollo dentro del tratado de fronteras de 1972
La apertura de la mina ha abierto un nuevo frente entre Argel y Rabat. Los dos países habían acordado el desarrollo de la mina de Gara Djebilet, dentro del tratado sobre las fronteras, firmado en 1972, para crear una sociedad argelino-marroquí para el desarrollo de la mina de hierro para la extracción, comercialización y procesamiento de 700 millones de toneladas. El pacto señalaba que Marruecos concedería a la empresa mixta las instalaciones necesarias para la evacuación y comercialización del producto, a través de una línea férrea y de un puerto en el Atlántico.
Mientras, desde Argel defienden que el acuerdo ha decaído, puesto que Marruecos tardó 20 años en refrendarlo y, a diferencia de Argelia, Rabat no ha presentado su ratificación a Naciones Unidas, lo que cuestiona su validez. Junto esto, Hassan II rompió en 1976 las relaciones con su vecino, que se acoge el párrafo 4 del preámbulo del acuerdo firmado con Marruecos, que establece que "Argelia es propietaria de esta mina ubicada en su territorio, que se encuentra bajo su plena soberanía".
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