La pandemia de la Covid-19 ha traído consigo una incertidumbre nunca vista con anterioridad en lo que al corto plazo se refiere. Lo que sí está claro, de acuerdo con una decena de estudios presentados en las últimas semanas, es que la morosidad va a aumentar hasta niveles cercanos a los que marcó durante la última crisis. Por ello, los bancos ya empezaron a preparar el impacto que podría llegarles en las cuentas del primer trimestre. Entonces, la gran banca española provisionó unos 3.800 millones de euros siguiendo la estela de sus homólogos americanos, cuya cifra rondó los 15.000 millones de euros.
Ahora, con la presentación de las cuentas semestrales a la vuelta de la esquina -el próximo día 23 Bankinter da el pistoletazo de salida a la nueva temporada de resultados-, las entidades financieras se preparan de nuevo para ajustar sus balances y evitar, en un futuro, pérdidas mayores y golpes inesperados. Todo ello, al mismo tiempo que la pandemia y sus consecuencias ponen en jaque los beneficios de una banca con la rentabilidad cada vez más mermada.
Los 3.800 millones provisionados durante el primer trimestre - los tres bancos que más dinero pusieron en cuarentena fueron Santander, con 1.600 millones; BBVA, con 1.400 millones y Caixabank, que guardó 400 millones- no serán suficientes para contener el impacto de la pandemia en sus balances. Ya en las presentaciones de los resultados del primer trimestre, los primeros ejecutivos de estas compañías vaticinaban que este gesto era una primera aproximación, pero que harían falta nuevas provisiones a lo largo del año.
En este sentido, y como un reflejo previo a lo que pueda ocurrir en España, los grandes bancos americanos han empezado a presentar sus semestrales esta semana. La tendencia que ya se vislumbraba en abril continúa ahora. Así por ejemplo, JP Morgan anunció que ponía de nuevo en cuarentena una parte de su beneficio, sumando, entre la dotación del primer trimestre y la ahora realizada, 18.758 millones de dólares -unos 16.500 millones de euros- para hacer frente al impacto provocado por la pandemia, multiplicando por siete las provisiones contabilizadas en la primera mitad de 2019.
Citigroup, el otro gran banco americano que ya ha hecho públicos sus resultados, destinó 7.903 millones de dólares -6.949 millones de euros- a provisionar el riesgo de crédito, lo que supone un incremento de casi el 300% con respecto a lo destinado a esta partida durante el mismo periodo de 2019. En los próximos días se conocerán el resto de resultados de las entidades americanas que marcan una guía que las españolas siguen cada temporada.
"Dar ahora beneficio no tiene sentido"
Estas importantes provisiones han puesto en jaque los beneficios de los bancos, puesto que la baja rentabilidad que llevan arrastrando desde la anterior crisis, unida a la puesta en cuarentena de un importante porcentaje de sus ganancias podría hacer mucho daño en sus balances. Esto fue precisamente lo que le pasó esta misma semana a Wells Fargo, otra de las grandes entidades americanas. Este banco registró su primera pérdida trimestral en más de diez años debido a una importante provisión de más de 9.700 millones de dólares.
La próxima semana comenzarán a conocerse los números de las entidades españolas. Entonces, de acuerdo con fuentes financieras, se verán nuevas y milmillonarias provisiones que dejarán los balances temblando. En este momento, con la situación actual de los mercados, una reducción de los beneficios con respecto a los del mismo periodo del año anterior de dos dígitos no supone un golpe para el valor de la entidad en el parqué. El mercado da por descontado el daño de la pandemia, por lo que "dar ahora beneficios no tiene sentido", señalan las mismas fuentes.
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