Bankinter se dispone a hacer limpia de balance. La entidad, que ha renovado equipo hace unos meses con Gloria Ortiz al frente como consejera delegada, busca deshacerse de préstamos por valor de 550 millones de euros. Según pública 'Bloomberg', el banco está intentando vender un paquete de deuda por valor de 500 millones, al que se sumarían dos carteras más pequeñas de préstamos morosos. Su objetivo pasa por materializar el traspaso en el tercer trimestre.
El grupo madrileño sigue a sus grandes competidores antes de que los elevados tipos de interés comiencen a hacer mella en la economía. En el momento actual, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene las tasas oficiales en el 4,5%, algo que podría cambiar tras la reunión de la próxima semana, cuando el mercado descuenta que anunciará recortes. CaixaBank también tiene en venta préstamos por valor de 1.100 millones, mientras BBVA hizo lo propio durante el ejercicio pasado por valor de 500 millones.
El movimiento de Bankinter se enmara dentro de su estrategia de "mínima ratio de morosidad", que será una prioridad este 2024. En los resultados del primer trimestre sacan pecho de la morosidad "controlada" de su balance con una ratio del 2,2% al cierre de marzo, cinco puntos básicos por encima de la contabilizada al término del primer trimestre de 2023. En el caso de España la cifra asciende al 2,6%, dos décimas más en comparativa interanual, por debajo de la media del sector, que alcanzó el 3,6%.
Una de las carteras que trata de vender se compone de deuda de más de 50.000 titulares de tarjetas de crédito. La unidad de financiación al consumo alcanzaba al cierre del primer trimestre los 4.700 millones, de los que 1.000 millones han sido concedidos a través de tarjetas de débito y crédito. La segunda consta de hipotecas garantizadas de particulares y pequeñas empresas y el tercero a hipotecas multidivisa, algunas de ellas con posibles problemas legales. El valor nominal de estos dos últimos ascendería a 40 millones de euros.
De forma paralela, el banco ha provisionado 77 millones de cara a afrontar procedimientos judiciales por tipos de interés que alcanzan la usura mediante tarjetas de crédito renovables y al consumo. En su último informe anual, Bankinter estima que los litigios derivados de préstamos multidivisa podrían costarle 146 millones. No obstante, desde la propia entidad admiten que las provisiones relacionadas de cuestiones legales son complicadas de estimar, "dada la incertidumbre en cuanto a su posible tiempo de finalización o la cuantía definitiva de la pérdida".
Comentarios