BBVA ha dado el pistoletazo de salida a la negociación del ERE que planteará en las próximas semanas. La entidad financiera que encabeza Carlos Torres ha informado a la plantilla este mismo martes que el día 16 de marzo sentará a la mesa por primera vez a los sindicatos y los representantes de la empresa para plantear un ajuste que algunas fuentes ya cifran en unos 3.000 empleos, lo que supondría la salida de alrededor del 10% de la plantilla del conjunto del grupo.
En el comunicado, BBVA señala que el ajuste afectará tanto a los servicios centrales como a la red comercial y que abordan el proceso con "actitud dialogante, con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos". El objetivo de la primera reunión, que se celebrará esta misma semana, es explorar conjuntamente fórmulas que permitan minimizar el impacto en la plantilla, tal y como señala el comunicado de la empresa.
El banco ha querido enmarcar este proceso de ajuste que se dio a conocer hace unas semanas en el contexto de profunda transformación marcada por una enorme presión competitiva, los bajos tipos de interés y la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes. Del mismo modo, tampoco ha querido dejar atrás la importancia de la entrada de nuevos actores digitales en el sector.
El comunicado enviado a la plantilla este mismo martes señala que el ajuste es necesario para garantizar la competitividad de la entidad financiera y la sostenibilidad del empleo a futuro. Además, añade que "resulta imprescindible continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir nuestra estructura de costes". El banco que capitanea Carlos Torres siempre ha manifestado su intención de no llevar a cabo procesos de despidos masivos, un movimiento que puede se verá modificado con este nuevo plan.
Barclays fue uno de los primeros en hacer números sobre lo que supondría este plan y para las 3.000 salidas de las que ya se habla de un gasto de hasta 350 millones de euros, lo que conllevaría un aumento un 6% sus beneficios. Desde la entidad siempre han rechazado hacer cábalas sobre la afectación del ajuste, si bien el consejero delegado, Onur Genç, señaló hace unas semanas que era necesario "ejercer una estricta disciplina" sobre el gasto.
Las salidas que ahora se deriven del expediente que ahora se empieza a negociar se sumarán a los más de 13.000 empleos que se han perdido en la entidad desde 2015. En ese año, el primero en que se incluye en el Grupo BBVA a los trabajadores de la filial turca Garanti, la entidad contaba con 137.968 empleados, de acuerdo con sus propios números. Desde entonces, esta cifra ha ido descendiendo paulatinamente año tras año hasta cerrar 2020 con 124.891 trabajadores.
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