El BCE agotará todos los plazos antes del visto bueno a la opa de BBVA sobre Banco Sabadell

El organismo cuenta con un periodo de 60 días hábiles desde que recibe la solicitud para pronunciarse, aunque fuentes de mercado dan por hecho que se extenderá otros 20 días laborables para pedir información adicional. 
El presidente de BBVA, Carlos Torres.
El presidente de BBVA, Carlos Torres.
Ion Alcoba Beitia
El presidente de BBVA, Carlos Torres.

La temporada de resultados semestrales pone de nuevo en la diana a la opa hostil de BBVA sobre Banco Sabadell. La rendición de cuentas de la firma catalana este martes al que se sumará la semana siguiente el banco con sede en La Vela mantiene expectante al mercado en busca de más detalles sobre una de las operaciones corporativas del año. Más allá de los mensajes que transmitan desde cada una de las sedes de estas dos entidades -amén del deber de pasividad que deben guardar en Sant Cugat del Vallès- es el Banco Central Europeo (BCE) el que tiene la 'llave de desbloqueo’' en estos momentos.

El contador corre dentro del organismo, que recibió la solicitud por parte del grupo con sede en La Vela a principios del mes de junio. En este tipo de procesos el calendario estipulado contempla unos 60 días hábiles para pronunciarse, a los que se pueden sumar una prórroga de 20 días laborables para solicitar información adicional. Fuentes de mercado dan por hecho que se extenderá. Esto supone que en caso de apurar todos los plazos su veredicto acerca de crear el tercer mayor banco de Europa por detrás de BNP Paribas y Banco Santander se extenderá unos cuatro meses y no será hasta la vuelta de las vacaciones o entrado el otoño cuando podría emitir su juicio de valor.

Se trata de un trámite crucial, ya que su 'ok' es necesario para que salga adelante. De hecho, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no puede dar el visto bueno hasta que conozca la decisión de Fráncfort. El propio supervisor descuenta desde un primer momento que el proceso se va a dilatar más allá de los 60 días ordinarios habituales mientras analiza con lupa todos los detalles de la posible integración. Cabe recordar que ya avisó al grupo de origen vasco de que debía incluir en el folleto el impacto de una opa sin fusión en caso de que el Gobierno no autorizase la misma.

La normativa española contempla la posibilidad de veto por parte del Ejecutivo a la absorción, aunque no pueda impedir la adquisición. Desde el lanzamiento de la oferta, el presidente del banco, Carlos Torres, se ha mostrado confiado en que el BCE no le pondrá trabas a este segundo intento de matrimonio, aunque a diferencia de 2020, cuando el acercamiento era amistoso, en esta ocasión, las hostilidades entre ambos bandos no han cesado. No obstante, uno de los mayores obstáculos que debe salvar está en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que ya ha dejado la puerta a analizar la operación en segunda fase o imponer condiciones dilatando la hoja de ruta prevista.

A diferencia de los anteriores, en este caso no tienen que esperar a que el regulador manifieste su opinión para lanzar la opa. De momento, la primera parada la han resuelto sin inconvenientes. Hace poco más de dos semanas los accionistas de BBVA avalaron la decisión del equipo directivo con el amplío respaldo a la ampliación de capital para que le permita acometer el canje de acciones de 1 título por cada 4,83. Con la prima inicial reducida al 12% desde el 30% planteado inicialmente, la segunda parada son los resultados.

El consenso de 'Bloomberg' estima un beneficio trimestral para BBVA de 2.342 millones, que sumado a los 2.200 millones contabilizados entre enero y marzo, arrojan una ganancia semestral un 2,2% superior con respecto al mismo periodo de 2023, el mejor ejercicio de su historia. El foco de atención estará en México -su principal mercado- y España, en el que buscan ganar representación a través del crecimiento inorgánico. De cara al conjunto del año, que podrían ser los últimos sin contabilizar la cuenta del Sabadell, han mejorado las perspectivas y auguran para estos doce meses una mejora del margen de intereses a doble dígito, motivada por el retraso en la expectativa de las bajadas de tipos.

En el caso del ‘opado’, la entidad vallesana espera poner el broche a 2024 con un beneficio superior a los 1.332 millones registrados anteriormente. En el primer trimestre ya batió su récord pese al pago del impuesto extraordinario con 305 millones. En medio de las limitaciones que impone la ley y le impiden una defensa numantina, el foco de atención lo han desplazado a su capacidad para crecer en solitario y su fortaleza en determinadas cuotas de mercado como las pymes, uno de los motivos que han auspiciado la iniciativa.

Bajo la incógnita de si la opa prosperará, desde BBVA han admitido que la opa puede fracasar o no tener el impacto deseado. En un folleto de emisión de bonos contingentes convertibles ('CoCos') reconocen que puede no completarse en el tiempo previsto -las fechas estipuladas son uno de los principales motivos de debate- no “tener el efecto deseado”. Hasta este lunes la potencial unión cuenta con el aval de los reguladores en Estados Unidos, Francia y Portugal.

Carmen Muñoz
Redactora Banca y Seguros

Graduada en Periodismo y Economía. Decidí hacer este doble grado para poder combinar mis dos pasiones: la información económica. En noviembre de 2021 aterricé en la mesa de 'La Información' donde me he curtido cubriendo una guerra a las puertas de Europa, una inflación inédita en décadas y la subida de los tipos de interés. Tras mi paso por la sección de Mercatia, ahora escribo de banca y seguros.

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