La ansiada llegada de Renfe a París tendrá que seguir esperando. En un principio, los planes del operador ferroviario público pasaban por conectar Barcelona con la capital gala antes de los Juegos Olímpicos que acoge la 'Ville lumière' este verano, sin embargo la compañía se vio obligada a dejar pasar la antorcha olímpica debido a la ardua burocracia francesa.
El presidente de la entidad pública, Raül Blanco ha reconocido este viernes la "dificultad de llegar a París antes de final de año" durante su intervención en un desayuno organizado por la cadena hotelera Hotusa en Madrid. Un escenario, que ha compartido con el máximo ejecutivo de uno de sus principales rivales sobre las vías españolas, Simone Gorini (CEO de Iryo), y que ha aprovechado para urgir a Talgo a que termine la homologación de los trenes con los que prestará el servicio entre Barcelona y la capital gala.
Si bien Blanco no ha querido entrar a valorar el cambio accionarial en el que se encuentra envuelto su proveedor de confianza, con el futuro de la opa húngara aún sin resolver, el presidente de Renfe ha expresado su preocupación por "los tiempos y la situación de Talgo". "Tenga la resolución que tenga la operación, tiene que cumplir sus compromisos y la homologación de los S-106 en Francia".
Tal y como ha reiterado en sus últimas intervenciones, Blanco ha explicado que el estreno de este servicio trasfronterizo también está condicionado por la validación técnica que las autoridades galas tienen que autorizar para que sus trenes circulen desde París a Lyon, que conecta con Barcelona en una ruta que cumple esta semana su primer aniversario.
En el marco de esta estrategia, Renfe redobló su apuesta en Francia el pasado mayo con el comienzo de los trámites para crear una filial gala de su sociedad de Proyectos Internacionales con la misión de explotar su negocio en el mercado galo. Esta nueva filial actuará como un 'holding' con participación directa en las distintas sociedades que se creen para cada proyecto del que Renfe resulte adjudicatario, aportando servicios de apoyo corporativo.
Pide jugar con las mismas reglas en el resto de Europa
Los planes de expansión de Renfe en el país vecino se han acentuado ante un escenario nacional cada vez más competitivo con la entrada de Iryo y Ouigo en las vías españolas de alta velocidad. La compañía ha puesto el foco en otros mercados para aumentar su facturación internacional y elevar el peso de su actividad exterior al 10% de su negocio en 2028. Para lograr este objetivo, ha resaltado la importancia de jugar con las mismas reglas en el resto de Europa. "Pedimos reciprocidad, que se den las mismas condiciones que se dan en España a Iryo y Ouigo con una liberalización donde haya igualdad de condiciones y facilidades de entrada en otros países de la Unión Europea", ha reclamado.
"Si se propone una oferta de calidad, el mercado crece"
En la misma línea se ha pronunciado Gorini para defender que "si se propone una oferta de calidad, el mercado crece". El consejero delegado de Iryo ha instado a la Comisión Europea ha aprovechar el potencial enorme que tiene la nueva movilidad del ferrocarril: "Las conexiones entre diferentes capitales europeas demuestran la importante oportunidad que se presenta entre conexiones internacionales", ha esgrimido antes de señalar que desde su compañía esperan que la misma estrategia que está llevando a cabo España "la puedan hacer otros países en términos de infraestructura y liberalización".
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