Nuevo mercado potencial

La carrera por fabricar el primer pickup eléctrico de Estados Unidos se acelera

Tesla, Rivian, Nikola, Bollinger y Lordstown son los nuevos rivales que compiten con versiones de la popular camioneta norteamericana, que llegarán al mercado en 2021

Fiat Chrysler llama a revisión a casi 500.000 pick-ups y camionetas de trabajo
La carrera por fabricar el primer pickup eléctrico de Estados Unidos se acelera.
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Fiat Chrysler llama a revisión a casi 500.000 pick-ups y camionetas de trabajo

La historia del motor tiene un lugar reservado en la cima al F-150. Es el vehículo más popular de todos los tiempos en Estados Unidos, hasta el punto de que se suele decir que la camioneta pickup es tan americana como el béisbol. Ford Motor vende una al minuto. Es también un modelo muy rentable. Pero este segmento tan lucrativo en el negocio de la automoción estuvo al margen del proceso de electrificación. Ahora cambia de marcha y acelera la revolución.

El objetivo es precisamente destronar a la F-150 tras cuatro décadas de reinado. Las primeras de estas camionetas eléctricas empezarán a llegar al mercado a mediados de 2021. Tesla, Rivian, Nikola, Bollinger y Lordstown son los nuevos rivales que compiten por la corona con vehículos de carga robustos, potentes, ágiles en la conducción y versatiles en funcionalidad. Es la combinación esencial para captar al cliente tradicional de Ford Motor y General Motors.

Los agricultores empezaron a utilizar las pickup en 1925, hace casi un siglo. Ford Motor sacó al mercado 13 generaciones de la camioneta desde que empezó a comercializar la exitosa serie F en 1948. A final de mes presentará la última actualización, predecesora de la versión eléctrica que debutará a mediados 2022. Los rivales naturales eran hasta ahora las camionetas Silverado de Chevrolet, Sierra de GMC y RAM de Dodge, seguidas de lejos por Toyota, Nissan y Honda.

La F-150 demostró ser rentable incluso en los momentos económicos más complicados y ahí está precisamente el atractivo de este tipo de vehículos para los fabricantes. Los viejos de Detroit, sin embargo, no se mueven tan rápido como sus rivales emergentes y a la vista de los inversores, parecen estar atrapadas en un proceso de reestructuración permanente. Pero no tiran la toalla tan pronto, como se vio con el Mustang Mach-E o el nuevo todoterreno Bronco

Lo que se sabe de las pickup del futuro es por prototipos, fotos estilizadas y especificaciones técnicas que prometen un rendimiento que supera a la camioneta convencional de gasolina. Tesla dio la patada a seguir con la presentación del Cybertruck en noviembre. Tiene previsto empezar a producirlo a finales de 2021. Aunque antes fue la propia Ford Motor la que marcó terreno con el vídeo de una F-150 eléctrica remolcando unos vagones con 42 pickups, uno por cada año que lidera el mercado.

El diseño del Cybertuck es radical, su rendimiento espectacular y el precio base razonable. Elon Musk como el resto de sus competidores, está firmemente convencido de que una buena parte del mercado de pickup puede ser electrificado. No es solo por una cuestión medioambiental. Lo dice más bien mirando a los consumidores que están dispuestos a pagar un extra por tener un vehículo más grande, potente y con un diseño rompedor que le distinga.

Ford Motor, además, es inversor en Rivian, una empresa emergente con sede en Michigan que le va a producir el nuevo Lincoln SUV eléctrico. Amazon también la respalda, para que le fabrique 100.000 furgonetas de reparto. El plan de esta compañía es muy agresivo y espera tener lista una plataforma de producción en una viaja planta de Mitsubishi para ensamblar la pickup R1T a mediados de 2021. Acaba de recibir una inyección de 2.500 millones de dólares.

El fabricante de camiones Nikola aspira, por su parte, a ser la próxima Tesla. Su valoración de mercado ronda los 19.200 millones de dólares, por encima de los 12.600 millones de Ford Motor pese no haber vendido un solo vehículo. Cuando Tesla alcanzó esta capitalización ya producía el Model S y el Model X. Antes de empezar a cotizar en Wall Street, valía unos 3.300 millones. La pickup que desarrolla se llama Badger y combina baterías a iones de litio y de hidrógeno para ampliar su autonomía.

Trevor Milton, su consejero delegado, justica el entusiasmo diciendo que los inversores premian a las compañías que están cambiando el mundo reduciendo las emisiones. Cita los problemas respiratorios expuestos por el coronavirus. El camión eléctrico será la principal fuente de ingresos de Nikola cuando llegue al mercado dentro de aproximadamente un año. La pickup lo hará en 2022 y será más cara que la de Tesla. Será bastante parecida a un F-150 en tamaño.

General Motor anunció recientemente la reintroducción del Hummer como un EV. Es irónico porque fue la marca que simbolizó los excesos en el consumo de combustible. No se conocen detalles pero irá dirigido a un mercado nicho cuando salga a la venta en 2022. Es algo similar a lo que buscar Bollinger Motors con el B2, que se va venderá por 125.000 dólares. El diseño es muy retro y tosco. Por su parte, Lordstown Motors utiliza una antigua fábrica de GM en Ohio para el Endurance.

Un nicho de mercado por desarrollar

Los analistas de Edmunds ven una clara oportunidad para los viejos fabricantes si son capaces de conservar la ventaja que ya tienen sobre los nuevos rivales. Estas camionetas representan el 14% del mercado de vehículos. El prototipo del F-150 de Ford Motor parece bastante convencional cuando se compara con las de sus competidores. Y en el caso de GM, tendrá múltiples modelos de pickups eléctricos que ofrecerá en diferentes variantes.

Habrá que esperar, en todo caso, hasta entrado 2021 para ver quién toma la delantera y empezar a entender si realmente las pickup eléctricas pueden pegar un bocado a las propulsadas con motores a combustión. El objetivo último de la industria es que la electrificación permita reducir al máximo el coste de producción de las baterías para mejorar el margen de beneficio por vehículo y eso solo se conseguirá dándole escala.

Pero las estimaciones de ventas son bastante pesimistas en este momento incipiente. Las ventajas de un pickup eléctrico son reales. La más evidente es que el motor eléctrico es mucho más económico de operar, porque tiene menos componentes que necesitan de mantenimiento. Es un atractivo para compañías que operan flotas de pickup. Sin embargo, el tipo de cliente que compra estos vehículos de gran potencia les llevará tiempo adoptar las nuevas camionetas.

Como señalan los analistas en transporte de Navigant Research, lo que hay que entender es cómo se degradará el rendimiento de las baterías cuando se les dé el uso de la F-150 clásica. Pero al mismo tiempo, señalan que la nueva normativa medioambiental fuerza a los fabricantes a reconsiderar el uso de motores convencionales por soluciones libres de emisiones. Por eso auguran que lo que empieza como un nicho crecerá gradualmente durante la próxima década.

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